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Travesía de la posmemoria : la nostalgia genealógica y el trauma intergeneracional en la literatura cubanoamericana
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La literatura cubanoamericana ha experimentado un notable crecimiento desde la década de 1980 y a diferencia de otras corrientes como la chicana o la puertorriqueña, esta literatura se caracteriza por la primera generación de escritores en su exploración de la experiencia del exilio. En los últimos treinta años, una nueva ola de escritores ha diversificado las voces y los temas, yendo más allá del exilio.En esta obra analizo las novelas Memory Mambo por Achy Obejas y Of Women and Salt por Gabriela García de la llamada generación uno y media y segunda generación respectivamente, explorando los temas de la posmemoria, la nostalgia genealógica y el trauma intergeneracional. El ensayo se centra en la exploración de los personajes femeninos de estas obras, quienes negocian con la violencia del trauma y las verdades fragmentadas en las memorias heredadas. Se destaca cómo estos personajes subvierten o se convierten en víctimas del ciclo de violencia y trauma intergeneracional, mostrando la importancia de las memorias en la construcción de la identidad. Este análisis se apoya en conceptos teóricos de diversos campos, como la sociología, la psicología y los estudios de memoria, para comprender mejor el impacto de la historia cubanoamericana y el exilio en la identidad de estos personajes. Se concluye que, a pesar de sus efectos perjudiciales, las memorias, incluso si son falsas, contribuyen positivamente a la construcción de la identidad de la siguiente generación, en contraposición al silencio y la ausencia de memorias heredables. A través del análisis este estudio aporta al campo de los estudios literarios y culturales, enriqueciendo la comprensión de la cultura cubana en la diáspora y los traumas y memorias que atraviesan generación tras generación
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MARQUEZ VERGEL, KEYLA. M.A. Travesía de la posmemoria: la nostalgia genealógica y el trauma intergeneracional en la literatura cubanoamericana. (2024) Directed by Dr. Ana Hontanilla. 82 pp. La literatura cubanoamericana ha experimentado un notable crecimiento desde la década de 1980 y a diferencia de otras corrientes como la chicana o la puertorriqueña, esta literatura se caracteriza por la primera generación de escritores en su exploración de la experiencia del exilio. En los últimos treinta años, una nueva ola de escritores ha diversificado las voces y los temas, yendo más allá del exilio. En esta obra analizo las novelas Memory Mambo por Achy Obejas y Of Women and Salt por Gabriela García de la llamada generación uno y media y segunda generación respectivamente, explorando los temas de la posmemoria, la nostalgia genealógica y el trauma intergeneracional. El ensayo se centra en la exploración de los personajes femeninos de estas obras, quienes negocian con la violencia del trauma y las verdades fragmentadas en las memorias heredadas. Se destaca cómo estos personajes subvierten o se convierten en víctimas del ciclo de violencia y trauma intergeneracional, mostrando la importancia de las memorias en la construcción de la identidad. Este análisis se apoya en conceptos teóricos de diversos campos, como la sociología, la psicología y los estudios de memoria, para comprender mejor el impacto de la historia cubanoamericana y el exilio en la identidad de estos personajes. Se concluye que, a pesar de sus efectos perjudiciales, las memorias, incluso si son falsas, contribuyen positivamente a la construcción de la identidad de la siguiente generación, en contraposición al silencio y la ausencia de memorias heredables. A través del análisis este estudio aporta al campo de los estudios literarios y culturales, enriqueciendo la comprensión de la cultura cubana en la diáspora y los traumas y memorias que atraviesan generación tras generación. TRAVESÍA DE LA POSMEMORIA: LA NOSTALGIA GENEALÓGICA Y EL TRAUMA INTERGENERACIONAL EN LA LITERATURA CUBANOAMERICANA by Keyla Marquez Vergel A Thesis Submitted to the Faculty of The Graduate School at The University of North Carolina at Greensboro in Partial Fulfillment of the Requirements for the Degree Master of Arts Greensboro 2024 Approved by Dr. Ana Hontanilla Committee Chair ii © 2024 Keyla Marquez Vergel iii DEDICATION Para mami, papi, Leyra y Daniel que me conocen más que nadie y quienes me apoyan en todo. Y para la familia encontrada en la diáspora. iv APPROVAL PAGE This thesis written by Keyla Marquez Vergel has been approved by the following committee of the Faculty of The Graduate School at The University of North Carolina at Greensboro. Committee Chair Dr. Ana Hontanilla Committee Members Dr. Monica Lugo Velez Dr. Maria Sanchez April 17, 2024 Date of Acceptance by Committee April 17, 2024 Date of Final Oral Examination v ACKNOWLEDGEMENTS Gracias a la Dr. Ana Hontanilla por su dedicación y lectura y por tomar la decisión de ayudarme a terminar esta tesis, durante un momento difícil en el departamento. Gracias a la Dr. Monica Lugo Velez por unirse a este proceso y por darme las herramientas y el apoyo necesarios para llegar a la final. Gracias a la Dr. Maria Sanchez por unirse también al proceso. Por fin, gracias al departamento de Languages, Literatures, and Cultures y todo lo que me han ofrecido durante los últimos seis años en mi tiempo como undergrad y estudiante graduada. vi TABLE OF CONTENTS CAPÍTULO I: INTRODUCCIÓN ................................................................................................. 1 Generaciones literarias cubanoamericanas .................................................................................. 2 Generación una y media ........................................................................................................... 2 La segunda generación ............................................................................................................. 4 Generaciones sociológicas ........................................................................................................... 7 Estudios sociológicos de las diferencias generacionales: la generación una y media (1.5) y la segunda generación .................................................................................................................. 7 Conceptos teóricos ..................................................................................................................... 11 Contexto histórico: Cuba y los Estados Unidos ......................................................................... 14 Impacto de la revolución en la cultura cubana ....................................................................... 14 Etapas del exilio cubano en EE. UU. ..................................................................................... 17 La cultura cubanoamericana en los EE. UU. ......................................................................... 22 CAPÍTULO II: ¿NARRATIVAS FALSA?: UN ANÁLISIS DE MEMORY MAMBO DESDE LA POSMEMORIA ..................................................................................................................... 26 Introducción a Memory Mambo de Achy Obejas ...................................................................... 26 La posmemoria y las ficciones heredadas .................................................................................. 30 Racismo, clasismo y sexismo de las posmemorias .................................................................... 33 Las muchas capas de Juani ........................................................................................................ 39 Mentiras genéticas ..................................................................................................................... 42 Bailando el memory mambo ...................................................................................................... 46 Regresar para seguir adelante: la nostalgia genealógica ............................................................ 47 Conclusión ................................................................................................................................. 49 CAPÍTULO III: EL PODER DEL SILENCIO Y EL PESO DEL PASADO: UN ANÁLISIS DE OF WOMEN AND SALT DESDE LA FALTA DE POSMEMORIA ......................................... 51 Introducción a Of Women and Salt de Gabriela García ............................................................ 51 Las memorias ausentes y el poder del silencio .......................................................................... 55 Nostalgia genealógica: un regreso sin respuestas ...................................................................... 62 Exilio cubano vs. migración latina ............................................................................................. 66 Conclusión ................................................................................................................................. 73 vii CAPÍTULO IV: CONCLUSIÓN .................................................................................................. 75 BIBLIOGRAFÍA ........................................................................................................................... 80 1 CAPÍTULO I: INTRODUCCIÓN En la década de los 1980, la literatura cubanoamericana empezó a crecer comercialmente gracias a la producción de novelistas como Gustavo Pérez Firmat y Cristina García. Esta literatura se distingue de la mexicana o puertorriqueña por varias razones: la mayoría de los escritores cubanoamericanos eran de la primera generación; provenían de la clase media; empleaban el inglés y el espanglish y escribían de la experiencia de exilio (Duany 1993). En los últimos treinta años una nueva corriente literaria de voces diversas muestra interés en temas que van más allá del exilio. En las obras de dos escritoras cubanoamericanas de la llamada generación una y media, Memory Mambo (1996) de Achy Obejas, y segunda generación, Of Women and Salt (2021) de Gabriela García, exploro los temas de la posmemoria, la nostalgia genealógica, y el trauma intergeneracional. Para analizar estos temas primero explico el concepto de generación literaria, identifico las generaciones literarias de escritores cubanoamericanos, elaboro las características que definen estas distintas generaciones; luego me sirvo de conceptos teóricos de diferentes campos de estudio incluyendo la sociología, la psicología y estudios de memoria. Por ejemplo, la teoría de la posmemoria de Marianna Hirsch me ayuda a explorar el trauma heredado en virtud del falseamiento de las memorias; mientras que la teoría de la nostalgia genealógica de Jennifer Bowering Delisle, me sirve para explorar la aceptación de la posmemoria y la necesidad de regresar al lugar de origen para completar los espacios de la memoria heredada a través de las propias experiencias. Mi introducción prosigue con un resumen del contexto histórico, el impacto de la revolución de 1959 en la cultura cubana, y las etapas del exilio. En el capítulo uno y dos analizo las obras para centrarme en sus personajes femeninos y cómo negocian la violencia del trauma y las verdades ocultas o fragmentadas en las memorias heredadas. Exploro cómo 2 subvierten o caen víctimas del ciclo de violencia, trauma intergeneracional y las ficciones heredadas para mostrar la importancia de las memorias en el proceso de la construcción de la identidad. En el último capítulo elaboro mis conclusiones. En Memory Mambo de Achy Obejas vemos el resultado de la posmemoria en la construcción de la identidad étnica de la protagonista. Exploro cómo las memorias falsas contribuyen a identidades inseguras que llevan a la dificultad de distinguir entre verdad e invención. Por otro lado, en Of Women and Salt de Gabriela García vemos cómo la ausencia de memorias heredables, la transmisión del vacío a la próxima generación contribuye a formar una identidad autodestructiva. Estas novelas de ficción son ejemplos literarios que permiten estudiar los efectos de la posmemoria, nostalgia y trauma intergeneracional que se encuentran en la realidad de los individuos, en este caso, cubanoamericanos. Estas novelas reflejan los efectos de estos temas que se encuentran en la sociedad cubana en la diáspora, específicamente en los Estados Unidos. Este examen de las dos novelas contribuye a los estudios literarios y culturales que exploran la cultura cubana en diáspora y los traumas y memorias que pasan de generación en generación. Esta tesis-ensayo encaja en los estudios de memorias que es un campo de estudio que surge a finales del siglo XX. Generaciones literarias cubanoamericanas Generación una y media Una generación literaria es un grupo de escritores que nacen dentro del marco temporal de unos quince a veinticinco años y que comentan temas similares, reaccionan a los problemas y eventos de su época y reciben influencias mutuas en sus estilos literarios. La literatura cubanoamericana producida en EE. UU. se clasifica en dos grupos: escritores de la primera generación (que se reconocen mayormente como los de la generación una y media) y de la 3 segunda generación. Carolina Hospital fue una de las primeras estudiosas en componer una antología de autores cubanoamericanos de la generación una y media. En Los atrevidos (1988) demostró la originalidad de los autores que rompieron el silencio y se atrevieron a escribir sobre Cuba desde una perspectiva nueva, centrada en los temas de la nostalgia, la identidad cubanoamericana y el uso del inglés. Hospital recalca el impacto y legado de estos escritores en la tradición literaria cubana y latina en los EE. UU. (16). El estudioso Eduardo Del Río, por su parte, en su antología One Island Many Voices: Conversations with Cuban-American Writers (2008) se centra a doce escritores cubanos de la llamada generación una y media cubanoamericana y discute lo que significa ser escritor cubanoamericano en los años tempranos de la década del 2000 y como esta identidad encaja en la literatura americana. Del Río entiende que “identity formation, approproiation, and determination” son las ideas, los temas, y estilos que definen a esta generación una y media de escritores entre los que se encuentra el dramaturgo Nilo Cruz, el poeta Dionisio Martínez, las novelistas Achy Obejas y el ensayista Gustavo Pérez Firmat (4, 3-22). El exilio es otro tema que diferencia la literatura cubanoamericana de la literatura puertorriqueña o chicana en los Estados Unidos. Los escritores de la generación una y media nacen en Cuba antes o alrededor de la revolución cubana, así que muchos tienen memorias de la isla, por lo que exploran el rol de la memoria en la construcción de la identidad en el contexto del exilio. Estas memorias son el referente de sus obras, ya sea poesía, novela, autobiografía, ensayo o teatro. Pero, el exilio impone un vacío donde el individuo tiene que crear una nueva identidad muchas veces a través de la transculturación. Cada escritor desarrolla estos dos temas, el exilio y la transculturación, de maneras diferentes, con historias y personajes diversos, pero siempre teniendo la memoria y la experiencia de la transculturación en el exilio como base. La 4 transformación de la identidad cubana en el exilio y sus efectos están presentes, aunque cada escritor maneje diferentes géneros literarios. El idioma también es gran parte de lo que define a los escritores de esta generación una y media. La mayoría escriben en inglés con el español cubano salpicado por sus textos; mezclan los dos creando un espanglish específico a los cubanoamericanos. Igualmente, todos se sienten conectados por la isla que los vio nacer e irse. Muchos escriben de personajes cubanos que viajan entre Cuba y los Estados Unidos. Aunque estos escritores tienen diferentes ideas políticas, religiosas, identidades sociales, sexuales o aun de clase, la generación una y media, según Carolina Hospital, son atrevidos, porque tuvieron el coraje de escribir sobre Cuba y las experiencias cubanas y cubanoamericanas en su segundo idioma, el inglés que aprendieron en el exilio (1988, 16). Achy Obejas, cuya obra analizaré es parte de esta generación una y media. La segunda generación Las escritoras Iraida H. López y Eliana S. Rivero publican una antología titulada Let’s Hear Their Voices: Cuban American Writers of the Second Generation (2019) donde reúnen diez autores cubanoamericanos de la segunda generación revelando los temas que tienen en común entre ellos y desarrollando las diferencias entre esta generación y la que la precede. La segunda generación integra a aquellos que nacen entre los años 1960 y 1985 en los Estados Unidos de padres o al menos un padre nacido en Cuba. Sus obras aparecen publicadas con el cambio de siglo. En la antología arriba mencionada Let’s Hear Their Voices se encuentran poetas, ensayistas, dramaturgos y novelistas como Ana Menéndez, Chantel Acevedo, Gabriela García y Derek Palacio, pero esta lista no es exhaustiva. Otros como Jennine Capó Crucet, Daisy Hernández y Daniel José Older, aunque no se encuentran en esta antología, forman parte de la segunda generación de escritores cubanoamericanos. 5 Esta generación ABC, “American-Born Cubans,” se asemejan a la generación una y media en aspectos como el idioma, porque también escriben en inglés, ni de espacio, porque crecen en la misma cultura cubanoamericana, sino que se distingue porque traen una perspectiva más diversa de clase, raza, sexualidad y política. Lo que define esta segunda generación es su reconocimiento de la hibridez de identidades, el alejamiento del término de exiliado, cambiándolo por el término de inmigrante y sus reflexiones sobre los temas de posmemoria y la nostalgia genealógica. Además, la segunda generación de escritores cubanoamericanos, a diferencia a la generación una y media, no viven en el “hyphen” balanceándose entre lo cubano y lo estadounidense como propone Pérez Firmat, sino que viven en un espacio híbrido donde las fronteras entre sus identidades nacionales, raciales, sexuales y de clase se desdibujan, creando un espacio donde sus identidades se entremezclan. La hibridez además se expande a otras culturas y nacionalidades ya que varios escritores de esta generación tienen padres de orígenes diversos. Por ejemplos, el padre de Gabriela García es mexicano, mientras que su madre es cubana. El cruce de naciones lleva a los escritores a definirse como escritores latinos, a diferencia de los escritores cubanos y su literatura cubanoamericana anterior que estaba centrada en lo cubano y el tema del exilio. La escritora Karen S. Christian explica que, “the notion that Cuban American texts have little in common with other Latin@ works may have developed as a result of a general association of Cuban Americans with conservative politics, a certain degree of privilege and affluence, and exile nostalgia” (271). En esta nueva generación hay un cambio político que los acerca más a las experiencias de otros inmigrantes latinos en los Estados Unidos como los chicanos, puertorriqueños y dominicano americanos. El hecho de que muchos de los escritores de la segunda generación tienen padres que vinieron por el puente marítimo del Mariel en balsas o con 6 visas entre los años 1970 y 1980, mucho después de la revolución de 1959, cambia su estatus al de no exiliados. Esta generación no se identifica como exiliados, porque esta palabra connota un privilegio de clase y de raza; de hecho, la mayoría de los primeros exiliados fueron aquellos que tenían un estatus socioeconómico y una educación más alta en la isla, predominantemente blancos, que al llegar a los Estados Unidos tuvieron el título de “model minority” (Lopez xxv). Los cubanos que llegaron a los Estados Unidos después, por lo general, no viven bajo la presión de identificarse políticamente como anticomunistas o no, “there are no longer young characters who single mindedly take sides regarding Cuba. On the contrary, they tend to be critical of their ancestors for putting politics ahead of family relations” (López xxiv). La experiencia de inmigrante de los escritores de la segunda generación se aleja de la experiencia de exiliado de la primera generación. Con las memorias de sus antepasados y la falta de experiencia en Cuba, la segunda generación piensa críticamente sobre los valores, la política y cultura de la gente que vive en la isla. En varios trabajos literarios de estos escritores también critican la comunidad cubana establecida en Miami por la generación de exiliados. Miami can be an incongruous place, one which some of the characters wish to flee. This may be due to the stubbornness of the Cuban American population, as profiled in the literature, to cling to the old ways, resisting change in the spheres of patriarchy and family relations, at times overwhelming, almost smothering… (López xx) Miami representa una Cuba fuera de Cuba donde los valores patriarcales y cerrados de la previa generación todavía perviven. La segunda generación busca salir de este ambiente, ya que es una extensión de los ideales conservadores de la isla prerrevolucionaria. Aunque entre ellos hay el uso de diferentes géneros literarios, diferencias sexuales, raciales y políticas, los escritores de la segunda generación continúan escribiendo sobre la isla, la cubanidad y la memoria, “[moving] 7 away from insular tropes without discarding them altogether,” estos escritores están reinventando lo que significa ser cubanoamericano (Lopez ix). La segunda escritora que se analiza en esta tesis, Gabriela García, pertenece a la segunda generación. Generaciones sociológicas Estudios sociológicos de las diferencias generacionales: la generación una y media (1.5) y la segunda generación El sociólogo cubano Rubén Rumbaut acuña el término generación una y media en la década de 1990 para describir a aquellos inmigrantes de Cuba y, en general, a todos los inmigrantes de otros países que llegaron a los Estados Unidos a una temprana edad antes de la adolescencia, es decir antes de los 18 años (1166). Él encontró que los términos primera y segunda generación de inmigrantes son demasiado generales porque no tienen en cuenta la edad de llegada. Con el término generación uno y medio, Rumbaut se refiere en general a aquellos que empezaron a aprender su lengua materna en su país de origen, pero terminaron su educación en los Estados Unidos. Esta generación está en el entremedio, generalmente se identifica con los dos países (1167). Rumbaut hace unas distinciones aún más específicas al hablar de la primera generación de niños inmigrantes, dependiendo de cuándo tuvo lugar la migración. Hay el grupo que llegaron entre las edades de recién nacidos a los cinco años, donde en otros estudios él le pone el nombre de la generación 1.75 “because their experience and adaptive outcomes are closer to that of the U.S.-born second generation - are pre-school children who retain virtually no memory of their country of birth, were too young to go to school to learn to read or write in the parental language in the home country” (1167). Después él nombra la próxima generación, la clásica generación una y media, que llega a los EE. UU. entre las edades de seis y doce. Son aquellos quienes 8 empezaron su educación en su país de origen, pero terminaron la mayoría de sus careras académicas en los Estados Unidos. Por último, antes de llegar a la segunda generación, está la generación 1.25, aquellos que llegan en sus años más adolescentes, entre 13 y 17 años. Muchos en esta cohorte han sido educados en sus países de origen y los mayores ingresan a la fuerza laboral, teniendo una experiencia cercana a la de la primera generación. Rumbaut define además la segunda generación en dos grupos más específicos. Los de la segunda generación que son aquellos con dos padres nacidos en el extranjero y la generación dos y media que son aquellos con un padre nacido en el extranjero y uno nacido en los EE. UU. (1185). Estos grupos los define Rumbaut para analizar los modos de aculturación entre las diferentes cohortes, las diferentes competencias del idioma (el inglés y el idioma de origen) y como un censo para registrar los tamaños de las diferentes generaciones de inmigrantes de diferentes países del mundo que llegan a los EE. UU. También lo usa para analizar el crecimiento económico entre las generaciones y los logros educativos y ocupacionales (1185). En un estudio entre 1992 y 2002, Rumbaut encontró diferencias aún en la manera de identificarse étnicamente las diferentes cohortes generacionales. [C]lose to half of the 1.5ers identified by national origin, as did 40 percent of the 1.75ers - the two cohorts born abroad - followed by 25 percent of the 2.0 and less than 9 percent of the 2.5ers the two cohorts born in the United States” (1198). Las generaciones que nacen en el extranjero, aunque llegan a los EE. UU. antes de la adolescencia, la mayoría se identifica con sus raíces de origen y el número disminuye en las generaciones que nacen en los EE. UU. La exploración de la generación una y media cubana, la continúa el escritor Gustavo Pérez Firmat. Pérez Firmat explora la cultura establecida por la generación una y media cubana en Life on the Hyphen: The Cuban-American Way en 1995 y luego en su versión revisada en 2012. 9 Pérez Firmat observa la generación una y media de los cubanoamericanos de la primera ola del exilio, aquellos que llegan a los EE. UU. entre las décadas de 1950 y 1960, mayormente en Miami. Él explora esta generación porque es la suya y habla desde un punto de vista personal. Pérez Firmat utiliza la metáfora del guion para establecer las complejidades de la dualidad de la cultura cubanoamericana. Él examina la navegación del cubanoamericano entre los dos mundos usando el término de biculturación para describir la cultura de la generación una y media. Él explica que el término de aculturación describe la adquisición de cultura y la transculturación describe la evolución de una cultura a otra, pero él propone el término de biculturación que designates not only contact of cultures; in addition, it describes a situation where the two cultures achieve a balance that makes it difficult to distinguish between the dominant and the subordinate culture. Unlike acculturation or transculturation, biculturation implies an equilibrium. (2012, 5) La cultura de esta generación está basada en la biculturación que ocurre en los Estados Unidos, cuando uno no se siente completamente ni de un lado ni de otro, pero ha establecido un balance entre las dos culturas. Pérez Firmat explica la biculturación como una identidad positiva donde pueden “mix and match pieces from each culture: they are ‘equi-libre’” (6). Hay libertad para poder elegir diferentes aspectos de cada cultura. Pérez Firmat lo ve como algo más liberador que como una carga, lo que constituye la identidad de “life on the hyphen” o la vida en el guion. Además, Pérez Firmat propone tres etapas de adaptación en la comunidad en exilio en Miami: la sustitución, la destitución y la institución. El último liderado por la generación una y media cubanoamericana. La sustitución consiste en la creación de copias de la cultura de origen. En esta etapa se creó la Pequeña Habana, un enclave de la cultura cubana en Miami. Pero el problema que se encuentra en esta etapa es “[the] diminished status as a deficient or incomplete copy of the original. No matter how great the effort, substitution is always partial” (6). La vida 10 en el exilio al principio es difícil de aceptar porque uno no sabe cuándo podrá regresar, llevando a este grupo a reproducir sus tradiciones en forma de substituciones. Este es el punto donde la nostalgia está a su tope y hay un esfuerzo en recrear la Cuba de ayer. Pero la sustitución no puede mantenerse por siempre. La realidad es que están en un nuevo país y será imposible recrear la cultura y las costumbres sin influencia del país en que viven, es decir, en los EE. UU. La etapa que sigue es la destitución, cuando el exiliado se da cuenta de que están desplazados, en las palabras de Pérez Firmat: “This is what second-stage exiles feel: that the ground has been taken out from under them, that they no longer know their place, that they have in fact lost their place. Rather than nostalgic, they now feel estranged and disconnected” (9). La sustitución ya no trae la misma comodidad ni el sentimiento de tener un hogar. Pero las personas se adaptan y ya el lugar en el extranjero se convierte en menos extranjero y más en un nuevo hogar. La institución es la tercera etapa que sigue la destitución. Es donde nace la cultura cubanoamericana con sus propias costumbres, entretenimientos, comida y moda. Esta institucionalización es en respuesta a la nostalgia y desorientación que siente el pueblo cubano fuera de Cuba (13). Pero, Pérez Firmat reconoce que estas tres etapas no son fijas y se pueden sentir una y otra vez o todas al mismo tiempo. Pérez Firmat también establece tres maneras en cuál Cuba se manifiesta en la mentalidad del cubano: la cubanidad, el cubaneo y la cubanía. La cubanidad, siendo la más temprana identidad nacional que se forma en el siglo XIX, que se manifiesta a través de documentos como las actas de nacimiento y los pasaportes. Es una verificación externa. Después está el cubaneo, que es la manera en que el cubano se expresa: las costumbres y gestos, es una identidad cultural. Esto se desarrolla en un ambiente social. Y por última, la cubanía, término acuñado por Fernando Ortiz en 1939, es “la conciencia de ser cubano y la voluntad de quererlo ser” (qtd. in Pérez 11 Firmat 192). La cubanía excede donde uno nace, es la conexión a la patria que no depende de ciudadanía o residencia, no se puede dar ni quitar. “If cubanidad is political and cubaneo is prepolitical, cubanía perhaps should be described as postpolitical, as the nationality of those without a nation” (Pérez Firmat 192). Para aquellos en exilio, la cubanía ofrece un sentido de pertenencia que va más allá de la geografía y la política, creando una nacionalidad para aquellos sin nación. A través de su texto, Pérez Firmat explora los temas del bilingüismo, la biculturación, la nostalgia y la negociación de la identidad. Capturando la experiencia cubanoamericana en el guion que sirve como marco para desarrollar y explorar los desafíos y la riqueza que se encuentra en la identidad que vive entre dos culturas. Creando un canon de la cultura cubanoamericana. Conceptos teóricos Para explicar las memorias heredadas y su importancia en el proceso de creación de identidad, uso el término posmemoria acuñado por la profesora Marianna Hirsch, que describe la relación entre las memorias traumáticas vividas por la primera generación y como la segunda generación hereda estas memorias como si fueran propias. En sus propias palabras, la posmemoria describes the relationship that the generation after those who witnessed cultural or collective trauma bears to the experiences of those who came before, experiences that they “remember” only by means of the stories, images, and behaviors among which they grew up. (106) La conexión al trauma es tan profunda que esta conexión al pasado se considera una memoria que puede ser transmitida a la próxima generación. Aunque Hirsch propone el término primero en los estudios del holocausto en el campo de estudio de las memorias, ella reconoce que la discusión sobre el trauma intergeneracional y las memorias heredadas se están teniendo en otros campos y contextos fuera de los estudios del 12 holocausto como en estudios feministas, estudios queer y en este contexto estudios de la diáspora cubana (104). La posmemoria es una relación entre memoria e imaginación, donde las memorias son transmitidas a la próxima generación a través de cuentos, fotografías, cartas y otras formas de representación cultural. Estas memorias que tienen la primera generación se manifiestan en trastornos de estrés postraumáticos, lo que conocemos como “PTSD” en inglés. Pero la segunda generación las recibe de segunda mano, y continúa el ciclo de trauma generacional. “To grow up with such overwhelming inherited memories, to be dominated by narratives that preceded one’s birth or one’s consciousness, is to risk having one’s own stories and experiences displaced, even evacuated, by those of a previous generation” (107). Estas memorias pueden ser tan abrumadoras que se arriesgan a que las propias historias y experiencias de la segunda generación sean desplazadas, lo que puede llevar a una crisis de identidad en la segunda generación. La segunda generación, los hijos de aquellos que pasaron por situaciones traumáticas, como el exilio, crecen con un trauma colectivo que muchas veces se manifiesta en la ficción, arte y autobiografías que representa “living in close proximity to the pain, depression, and dissociation of persons who have witnessed and survived massive historical trauma” (112). Lo que destaca la posmemoria es que no solo son traumas vividos que se pasan de generación en generación, sino que son traumas colectivos que suceden a grupos de personas, sea genocidio, exilio o la pérdida masiva del sentimiento de pertenencia. En conexión con la posmemoria está la teoría de la autora Jennifer Bowering Delisle de la nostalgia genealógica, que explica la aceptación de la posmemoria de la segunda generación y la necesidad de regresar al lugar de origen para llenar los espacios de la memoria heredada a través de sus propias experiencias, causada por “the affective inheritance of diaspora” (131). 13 Delisle en su trabajo en los estudios de memoria, explora como la nostalgia genealógica se manifiesta en autobiografías de aquellos de la segunda generación y hasta cómo reemerge en generaciones sucesivas, donde perdura el deseo de regresar a la patria, aunque no hay vivido en ella e incluso, tal vez, sea una patria que jamás se ha conocido por sí mismo. Esta nostalgia genealógica y el deseo de conocer el pasado por uno mismo no siempre es una experiencia positiva. No siempre se siente como un regreso a casa. Puede ser un lugar de aún más preguntas. Delisle explica: “it too can be unsettling, ultimately demonstrating the second generation’s inability to fully understand the past and emphasizing the irreversible passage of time” (136). Hay lugares y memorias que solo existen en el pasado, y es un tema prevalente en la literatura cubanoamericana. La mezcla de la nostalgia, con las posmemorias y el deseo de querer ver la patria uno mismo en vez de a través de los antepasados, depende mucho de la imaginación. Creamos una historia nueva en los fragmentos de las narrativas heredadas. En grupos diásporos, como dice Delisle, el desplazamiento es gran parte de la memoria cultural y étnica. “The second generation’s nostalgia, in other words, is not just a longing for an idealized past but a means of connecting their own sense of ethnic identity with that of a group at large that has survived the ruptures of displacement” (140). El deseo de la segunda generación no es solo recibir una memoria idealizada, sino que es el deseo de conectar propiamente con la memoria colectiva a través de sus propias experiencias que da el sentimiento de pertenecer a una cultura o identidad étnica. Estas obras cubanoamericanas que he escogido se han explorado en diferentes maneras: a través de lentes feministas, en los estudios de memoria y con enfoques lingüísticos. En mi contribución intento construir un puente entre el recibimiento de las posmemorias y la construcción de la identidad inicial, con la nostalgia genealógica y como este segundo concepto 14 cambia la identidad de la persona, fenómeno que se encuentra en ambas generaciones. Me gustaría también comparar como las dos generaciones pasan por ese puente. Contexto histórico: Cuba y los Estados Unidos Para entender el proceso de posmemoria y los conceptos de nostalgia y trauma intergeneracional que se encuentran en la literatura cubanoamericana de la generación una y media, como en la segunda generación, tenemos que desarrollar y explicar la relación compleja entre Cuba y los Estados Unidos y los años que siguen la revolución, explorando los efectos en ambos países con un énfasis en el exilio y la inmigración. Impacto de la revolución en la cultura cubana La revolución trajo con ella grandes cambios: uno es la igualdad de género. Las mujeres crearon su propia federación que se encargaba de reconocer los asuntos a los que se enfrentaban las mujeres para encontrar soluciones. Las mujeres también empezaron a entrar a la esfera pública donde finalmente tenían la oportunidad de trabajar en empleos remunerados. La película El retrato de Teresa por el director Pastor Vega del 1979 es ejemplo del rol de la mujer en la revolución y en su hogar y las ideas de igualdad que promovía el gobierno. Sin embargo, el concepto de la orientación sexual no fue uno de los primeros derechos de ser reconocidos. La revolución y la idea del nuevo hombre todavía giraba alrededor de ideas homofobias, como se ve en los campos de la UMAP y en las encarcelaciones de hombres homosexuales. Finalmente, en 1979, los actos homosexuales fueron despenalizados (Chomsky 120). Los pasos de crear una nueva cultura cubana basada en el socialismo y la igualdad no fueron perfectos. El racismo, la homofobia, la misoginia y otras desigualdades persistían, pero hubo pasos directos para tratar de eliminarlas. 15 La religión es un aspecto de la cultura cubana que tiene raíces muy profundas en la colonización del país que trajo con ella el catolicismo. Pero con la revolución vino la idea de dejar atrás la religión. After Castro declared himself to be a Marxist and the Revolution a Communist revolution, religious practice was officially frowned upon. The 1976 Constitution declared Cuba an atheist state and the Communist Party banned religious believers from membership. (Chomsky 122) En contraste con otros países latinoamericanos, quienes tienen una cultura vinculada con la religión, Cuba por varias décadas no desarrolló esa parte de la cultura “Latina” denominando una diferencia entre la isla y los países que la rodeaban. Pero las religiones afrocubanas como la santería tenían una presencia menos institucional y sus creencias se alineaban históricamente con “the oppressed and their struggle against colonial oppression, and corresponded more easily – though not perfectly – with the ideologies and policies of the revolutionary government” (Chomsky 122). Las religiones afrocubanas ahora son una parte mayor de la cultura cubana en la isla como en el extranjero. En 1992 la constitución cubana cambio “redefining the country instead as a secular state and banning discrimination against religious believers and practitioners. Along with other developments, these changes led to a kind of boom in religious practice and presence” (Chomsky 153). Más tarde, en la historia de la isla, en la década de los 1990, llega el periodo especial que cambia nuevamente la estructura cubana en la isla como en los EE. UU. Tras la caída de la Unión Soviética en 1991, los problemas en la nación empezaron a parecerse a los problemas prerrevolucionarios. The generation that came of age during the Special Period tended to be less impressed with the Revolution’s achievements, and more cynical about its contradictions. Social inequalities increased, and phenomena associated with pre-revolutionary poverty like prostitution and begging reappeared. (Chomsky 123) 16 En 1993, el dólar fue legalizado y con él trajo un cierto de nivel de capitalismo a la isla (Chomsky 126). Los precios subieron y la desigualdad económica creció. Aquellos que tenían familia en el extranjero tenían el lujo de comprar en tiendas donde solo se aceptaba el dólar. El peso cubano no daba acceso ni sostenía una vida saludable a los cubanos. El gobierno implementó diferentes programas para estimular la economía. El estado dejó que los campesinos crecieran y vendieran sus propios frutos, el turismo empezó a ser parte de la vida en la capital y se relajaron los permisos para que los cubanos en el extranjero pudieran visitar la isla fácilmente. Estos programas y medidas no ayudaron a toda la población. La desigualdad tanto económica como racial empezaron a crecer. Con el turismo, los que conseguían estos puestos de trabajar en restaurantes y hoteles para turistas, fueron los cubanos con facciones más europeas. Los cubanos blancos eran aceptables a la sensibilidad racista de los turistas que venían de los EE. UU. y de Europa. “A survey in Havana in 2000 confirmed that lighter-skinned Cubans were more likely to be paid in dollars, and to receive more dollars, than their darker-skinned counterparts” (Chomsky 133). También como la mayoría de los cubanos que vivían fuera de la isla eran blancos, la desproporción de fondos era evidente al nivel racial, poniendo los afrocubanos en una situación inferior a los cubanos blancos. El jineterismo también creció. El jineterismo se refiere al turismo de prostitución que en Cuba se veía mayormente en La Habana. La prostitución abierta era ilegal, pero “many Cubans engaged in dating, companionship, and other relationships with foreigners that blurred the lines between prostitution and other types of casual or even serious relationships” (Chomsky 134). Este fenómeno también se ve explorado en la literatura cubana como cubanoamericana como un símbolo de la lucha por la supervivencia. Durante esta época del periodo especial, surge un tipo de emigrante en Cuba, a quienes Eckstein denomina los nuevos cubanos. Debido a los constantes cortes a la electricidad, pocas 17 oportunidades económicas y la pérdida de los recursos soviéticos, muchos cubanos decidieron irse de la isla. Este grupo se va mayormente por problemas económicos, no necesariamente por huir el régimen de Castro. En 1994, similar al puerto de Mariel, Castro abrió las aguas para que se fueran todos aquellos que se querían ir. El presidente Bill Clinton no pudo con el influjo de nuevos inmigrantes y en mayo de 1995 anunció la ley de “Wet Foot, Dry Foot” que permitió que aquellos que tocaran terrenos estadounidenses quedarse en los EEUU como refugiados pero aquellos que los capturaran en las aguas tenían que ser deportados nuevamente a la isla (Chomsky 135,136). Etapas del exilio cubano en EE. UU. Al hablar de los exiliados del régimen de Castro y sus hijos, aquellos que pertenecen a la generación una y media, se debe reconocer el privilegio que tuvieron aquellas personas. Las opiniones anticomunistas por parte de los EE. UU. a finales de los años 1950 y principios de los 1960, así como el capital social y financiero de aquellos exiliados, creó el grupo de inmigrantes privilegiados que nada tenía que ver con los de otros países de Latinoamérica: “Many people from other parts of Latin America, even those fleeing war, repression, and persecution on a much greater scale than what Cubans suffered, found it almost impossible to get recognized as refugees” (Chomsky 81). La preocupación de los EE. UU. en recibir refugiados de Latinoamérica no fue determinada por los intereses de derechos humanos, sino por el estatus económico que los exiliados políticos cubanos tenían a su disposición: “Washington initially turned the first émigrés into poster people for the virtues of capitalism and democracy over Communism” (Eckstein 25). Los cubanos que emigraron en esta época se convirtieron en “model minorities,” la mayoría de raza blanca, con oficios profesionales y con un desdén hacia la revolución, muy en línea de los intereses de los Estados Unidos. No es que no hubiera personas 18 oprimidas por el régimen castrista, pero la ola inicial de exiliados fueron un grupo privilegiado que trataron de recrear la Cuba prerrevolucionaria en Miami. Mientras muchos huyeron de la isla, la revolución cambió la isla casi instantáneamente. Los líderes de la revolución aspiraban a crear una sociedad justa con la redistribución económica que tuvo dos partes. Primero, los sistemas de distribución del gobierno que tras expropiar propiedades, las repartieron. El racionamiento de alimentos aseguró a su vez que los más pobres tendrían una parte igual de los recursos. La segunda parte, fue la organización desde abajo de la educación y del sistema de salud. Por ejemplo, la campaña de alfabetización movilizó a más de 250,000 cubanos que llevaron la educación a cada esquina de la isla (Chomsky 52). En un momento cuando “the country loses their social capital – the very skills, education, and contacts that it most needs to restructure its economy” debido a la emigración de profesionales como doctores, abogados, profesores y políticos, la isla tuvo que compensar esta pérdida y a través de estos programas lo lograron (Chomsky 52). En 1961, con solo dos años de revolución, los exiliados en los Estados Unidos se unen al gobierno estadounidense para tomar una vez más control de la isla. El presidente Eisenhower en 1961 impone el primer embargo económico sobre Cuba cuando la isla “signed a trade deal with the USSR … in exchange for hundreds of thousands of tons of sugar a year, the Soviets would supply Cuba with oil and manufactured goods” (Chomsky 71). Este mismo año Castro proclama ser un marxista-leninista y el gobierno estadounidense se hizo enemigo de la isla, extendiendo las tensiones entre los EE. UU. y la URSS a Cuba. En conspiración entre los tempranos exiliados de la revolución y el gobierno estadounidense, la CIA crea un ejército para entrar en e invadir la isla. Esta operación se conoce como la bahía de los cochinos, la cual terminó con el fracaso de 19 las tropas cubanoamericanas. El gobierno cubano salió triunfante, ganando una credibilidad internacional, así como dentro de la propia isla, dejando claro que la revolución tenía mérito. En los años tempranos de la revolución, empezó la creación de diferentes comités, el más conocido es el comité de defensa de la revolución o CDR. Aunque tuvieron un rol importante en la campaña de alfabetización y de las campañas de vacunación, el CDR también tenía la responsabilidad de denunciar aquellos que tenían tendencias contrarrevolucionarias. Este comité estaba compuesto de vecinos, amigos y compañeros y las personas nunca sabían si alguien le delataría por algún sentimiento que sonora antirrevolucionario, lo que creó una cultura de dilatación y de poca confianza. Estos comités se pueden ver en la literatura cubanoamericana como un símbolo de secretos y de la doble cara que tenían que poner los cubanos en la isla que no estaban de acuerdo con los efectos de la revolución. Otro sistema que salió de la revolución fueron las Unidades Militares de Ayuda a la Producción o la UMAP, creada en 1965. Con la ayuda del CDR, Castro creó campos laborales “to provide marginalized civilians the opportunity to contribute economically to Cuba” (San Juan 7). Todos aquellos que fueron considerados contrarrevolucionarios y de conducta impropia en desacorde con los valores de la revolución fueron juntados y mandados a los campos de la UMAP. Los presos incluían “vagrants, counterrevolutionaries, and so-called deviants: homosexuals, juvenile delinquents, and religious followers, including Catholics, Baptists, and Jehovah’s Witnesses” (Chomsky 119), ya que el régimen castrista era ateo. Pero con un Sistema que dependía de los testimonios de otros, era muy fácil terminar en unos de estos campos por acusaciones de vecinos y compañeros que no siempre estaban basadas en hechos. La experiencia de los campos de la UMAP y el encarcelamiento creó la generación de cubanos que vivieron la realidad de la revolución y se fueron al exilio. A diferencia de los 20 primeros exiliados que no vivieron las consecuencias de la revolución cubana, esta cohorte nueva vio los éxitos y los fracasos de la revolución por lo que decidieron irse de la isla. Estos son los que conocen como los marielitos o los balseros que se fueron de la isla en la década de 1980 tras vivir la situación en cuba en la década de 1970 y la dependencia que tenía cuba de la Unión Soviética. Esta década estuvo marcada por los diferentes sistemas económicos y políticos que pasó Cuba. “Changes in the 1970s included the creation or strengthening of institutions for democratic participation, like labor unions and elected assemblies” (Chomsky 56). Hubo, sin embargo, algunos logros durante estos años, como por ejemplo crear un sentimiento de representatividad, la cual consistía en escoger delegados de los municipios para ser representantes en las asambleas nacionales. También se establecieron organizaciones especializadas como la federación de mujeres cubanas, la central de trabajadores de Cuba y la unión nacional de escritores y artistas cubanos que tenían el objetivo de llevar a cabo la visión de la revolución de acceso a la cultura cubana en condiciones de igualdad. Pero los familiares que vivían en Miami lograron permiso de regresar a la isla, un lugar que no habían visto por más de diez años. Con ellos trajeron la gloria capitalista, juegos, ropa, comida, etc. Esto llevó al gobierno cubano a crear tiendas donde se podía usar los dólares estadounidenses, que solo los privilegiados con familia en el extranjero podían usar, creando una nueva desigualdad. Tras la llegada de estos exiliados, que dio pie al aumento de la desigualdad económica en la isla, así que, como se ha dicho, empezó una segunda ola de éxodo masivo en la década de 1980. Cubanos de diferentes clases sociales estaban buscando una salida. Aquellos que pedían permiso para irse de la isla y aquellos que mostraban un deseo de irse, fueron marginados y en muchos casos fueron víctimas de actos de violencia llamados actos de repudio: “In night-time rampages, loyalists pelted the homes of those who had requested exit permits. 21 And before applicants could depart, they had to sign documents in which they confessed to being social deviants and to having committed crimes against the state” (Eckstein 25). Les decían escoria y pasaron por una humillación por solo hablar de irse del país. El primero de abril de 1980, “[w]ith whetted appetites to leave, some ten thousand Cubans stormed the Peruvian Embassy” buscando asilo político (Eckstein 24). Ese mismo mes, Castro abrió el puerto del Mariel y más de 125,000 cubanos se fueron de la isla. La apertura del puerto de Mariel en 1980 estaba diseñada para aquellos que tenían familia en el extranjero. Los que tenían familia en Miami podían pedirles que vinieran en lanchas y en botes de pescar a recogerlos y llevarlos a los EE. UU. Este grupo de emigrantes “[h]aving lived more years in Cuba-transformed, Marielitos had more basis than earlier émigrés on which to judge their country’s makeover” (Eckstein 24). Ellos vieron como era la vida fuera de los EE. UU. y decidieron por ella. Este grupo con familia en el extranjero era mayormente obrero y de raza blanca, ya que los primeros exiliados lo eran también. Pero, en medio de aquellos que tenían familia, muchos otros aparecieron en el Mariel para irse también. Entre ellos criminales, pacientes psiquiátricos y homosexuales, es decir, todos los que no encajaban en la idea del “nuevo hombre” de la revolución. La recepción en Miami de los cubanos de los nuevos balseros fue incómoda. Miami se pobló rápido y con dos generaciones sumamente diferentes. La ruptura entre estas dos generaciones se explica bien por Chomsky, Most Latin American immigrants in the United States maintain close ties to their homelands, especially in the first generation. These ties include frequent travel back and forth, phone calls, remittances and, towards the end of the twentieth century, videos and internet communications. The hostile relationship between Cuba and the United States meant that these kinds of communications have been much more difficult, and have been subject to arbitrary government policies. Frequently, the decision to leave Cuba for the United States has led to years or even decades of broken family ties. Cuban immigrants 22 created a new version of their old Cuba, in Miami, while Cuba itself was changing rapidly. (84) La falta de comunicación entre estos grupos creó dos realidades diferentes de la identidad cubana. En Miami los cubanos intentaban recrear la isla prerrevolucionaria a través de una nostalgia basada en la Cuba americanizada que vivieron antes de la revolución y similar a la vida de Miami. La otra identidad cubana se encuentra en la isla, que a estas alturas era una identidad forjada en ser revolucionario o fingir serlo. En otras palabras, una identidad extremadamente política. La cultura cubanoamericana en los EE. UU. En Miami la cultura cubana se transformó de distinta manera que en la isla por su distanciamiento de la ideología revolucionaria. Eckstein explica que los exiliados cubanos tenían un concepto distorsionado de la revolución, ya que la vivieron poco. “They identified with a nation detached from the island transformed by revolution, with their nationalism taking on a life of its own, distinct from and in opposition to the nationalism the new government imbued in Cubans who stayed” (36). El nacionalismo que se creó en Miami era anticastrista y trataba de recrear la vida prerrevolucionaria. Estos cubanos también se declaraban políticamente conservadores, alineándose con el partido republicano de Estados Unidos, por sus creencias anticomunistas y, muy hipócritamente, por sus creencias restrictivas de la inmigración. La creación de la pequeña Habana es el testamento de la imaginación del exilio. Muchos de los primeros exiliados fueron profesionales como doctores, abogados y empresarios, creando un lugar próspero en Miami. La cultura floreció en varias formas. Los cubanos implementaron sus calendarios de celebraciones, celebrando, por ejemplo, el cumpleaños de José Martí y celebrando la independencia de Cuba el 20 de mayo, un día que la Cuba posrevolucionaria no celebraba. Este sería un ejemplo de la desviación entre las dos culturas (Eckstein 55). En la 23 pequeña Habana se continuaba con las ideologías machistas y racistas de la Cuba prerrevolucionaria. Eckstein a través de entrevistas con diferentes grupos de cubanos habla con un marielito llamado Julio Fernando. Su testimonio de sus interacciones con los cubanos exiliados nos da una idea de lo obstinados que eran. En algo tan simple como escuchar el cantante Silvio Rodríguez, que apoyaba la revolución, los exiliados no lo querían permitir. “I came to the US so that I could listen to whatever I wanted. I don’t care about Rodríquez’s political views. I care that he is a good musician.” Moving to the US because the Cuban government denied him freedom of expression, he was dismayed to find the older generation of émigrés in Miami equally repressive in certain respects. (35) La vida en la pequeña Habana era represiva en diferentes maneras que, en Cuba, pero la idea de ser diferente y tener tus propias ideas políticas también estaba desaprobada por los exiliados, especialmente los que vinieron en la primera ola que no vivieron la revolución directamente. La ley de “Wet Foot, Dry Foot” de 1995 permitía que aquellos que llegaran a tocar territorio estadounidense quedarse en el país con garantía de residencia, pero si los guardacostas americanos los encontraban en las aguas, tenían que regresar a la isla. Esta ley fue muy diferente de las otras puestas en inmigrantes de otras partes de Latinoamérica, como los salvadoreños o los dominicanos. Este privilegio fue uno que alejo a los cubanos del término latino o hispano en los EE. UU., ya que la experiencia de los cubanos era una sumamente diferente que de otros latinos en el país. Eckstein encontró que “considering themselves different from and superior to other Latin Americans, [t]his generation viewed pan-Hispanic identity negatively except, as I indicate below, when entailing popular culture and elites from the region, under their sway” (36). Esta es más relevante para la primera ola de exiliados. Los nuevos cubanos tenían una idea diferente de la inmigración y su proyecto se parecía más a los de otros latinos. 24 Los nuevos cubanos consideraban su inmigración como un proyecto familiar donde sabían que iban a mandar dinero a Cuba para sostener sus familiares (Eckstein 32). En muchos casos, padres de familia se iban solos a los EE. UU. En este grupo hay la noción que la revolución no les quito nada, porque no tenían nada antes, pero querían mejorar su calidad de vida y muchos optaron a residir en los EE. UU. Eckstein, en una entrevista con un nuevo cubano, revela que “[i]n Miami, you have to be political, especially to establish your legitimacy” (34). Estar en Cuba es estar rodeado de política, en Miami es lo mismo, al revés, pero lo mismo. El final del siglo XX y los principios del siglo XXI están marcados por cambios en la isla como de parte de los EE. UU. Bajo la administración del presidente americano George W. Bush, el embargo se relajó un poco y productos americanos empezaron a entrar. También hubo un cambio de liderazgo en la isla. Fidel, muy enfermo, traslada su poder a su hermano Raúl. Raúl creó nuevas reformas sociales y levanto varias restricciones políticas como “[a]ccess to computers, video recorders, and cell phones … and Cubans were granted entry to tourist hotels” (Chomsky 149). Pero, la emigración continuaba y en el año 2021 se reportaron más de 1.3 millones de cubanos residiendo en los EE. UU. (Batalova and Wei 2023). Cuba continua con un embargo de los EE. UU. y las políticas han cambiado, ahora los cubanos no tienen privilegios especiales para entrar a los EE. UU., algo seguramente que los primeros exiliados nunca se podrían haber imaginado. La compleja relación entre los Estados Unidos y Cuba tiene una larga historia que ha atado los dos países en maneras irreversibles. Con este contexto histórico se puede entender mejor los conceptos de la posmemoria, la nostalgia y el trauma intergeneracional que se encuentran en la literatura cubanoamericana de la generación una y media, como en la segunda generación. Para entender mejora las tramas de las novelas que analizare más adelante es 25 importante entender el impacto de la revolución cubana en ambos lados del estrecho de la Florida, las etapas de exilio cubano y la cultura cubanoamericana que se desenvolvió tras la llegada de la primera ola de cubanos exiliados en los Estados Unidos. 26 CAPÍTULO II: ¿NARRATIVAS FALSA?: UN ANÁLISIS DE MEMORY MAMBO DESDE LA POSMEMORIA Introducción a Memory Mambo de Achy Obejas En mi segundo año en la universidad, a los veinte años, decidí por primera vez investigar la literatura cubana, a la cual nunca tuve acceso, tras leer la novela Dreaming in Cuban (1992) por Cristina García en una clase de composición en español. Al llegar a la biblioteca, en la sección de literatura cubanoamericana no llegue muy lejos en el alfabeto, parando a recoger un libro titulado We Came All the Way From Cuba So You Could Dress Like This? (1994) de Achy Obejas. Con su título humorístico me lo lleve a casa. Los relatos cortos que se encuentran en esta colección me hicieron llorar y reír y por primera vez me vi reflejada realmente en la literatura. Esa colección y las otras obras de Achy Obejas fueron el catalizador de querer estudiar literatura que me llevó hasta este punto. La escritora Achy Obejas (1956) pertenece a la generación nacida en Cuba, quienes antes o durante la revolución de Castro en 1959, salieron al exilo con sus familias a los Estados Unidos por razones personales y políticas. Achy Obejas, novelista, poeta y escritora de relatos cortos, nace en La Habana en 1956 y se va de la isla a los seis años con su familia. En una entrevista con Eduardo del Rio que aparece en el ya citado volumen One Island Many Voices: Conversations with Cuban-American Writers, Obejas relata que su familia huyó del régimen castrista en 1963 cruzando el caribe hasta llegar a Florida en un bote (89). La mayoría de sus obras de ficción incluyen experiencias de su vida personal y su condición de mujer cubanoamericana, lesbiana y de ascendencia judía. Su novela más conocida, Memory Mambo se publica en 1996 y es representativa de la literatura cubanoamericana, escrita en inglés, cuyos temas son el exilio y la 27 memoria. También ha publicado relatos cortos en una colección titulada We Came All the Way From Cuba So You Could Dress Like This? y otras novelas como Days Of Awe (2001) que explora el tema del judaísmo en Cuba. Memory Mambo, la primera novela de Achy Obejas, relata la vida de Juani Casas, una mujer de 24 años, quien, como Obejas, nace en Cuba y se marcha al exilio con su familia a los Estados Unidos a una temprana edad. La historia está ambientada en Chicago y Juani no solo lidia con su lucha personal de ser lesbiana en una familia donde “de eso no se habla,” sino que también desea conocer la verdad de su familia, quienes siempre tienen un cuento para justificar sus actitudes y decisiones, muchas veces dañinas. Este deseo por conocer su herencia cubana y el hecho de que ella no diferencia entre sus propias memorias reales y las que vienen de los relatos familiares, lleva a Juani a obsesionarse con la verdad y la memoria. La narrativa se estructura alrededor de la analepsis, es decir que va y viene del momento presente al pasado, para relatar las experiencias de la familia de Juani como exiliados en los Estados Unidos y sus recuerdos de crecer en Cuba. Este viaje en el tiempo lleva al lector a conocer las experiencias de los diferentes miembros de la familia, que incluye la familia de sangre, y también los primos por exilio o “cousins in exile” (13). Hay dos hilos narrativos que mueven la historia hacia delante: por un lado está el relato de su padre quien dice haber inventado la cinta adhesiva que en EE. UU. se conoce como duct tape y afirma que los yanquis se la robaron; por otro, aparece el conflicto identitario de mujer lesbiana de la protagonista en el contexto fuertemente heteronormativo de la cultura cubana. La construcción de su identidad se encuentra en el cruce de las memorias heredadas, que ella considera falsas, y su deseo de conocer la verdad visitando la isla y así resolver las dudas en que las memorias heredadas la atrapan. 28 En este capítulo propongo que la posmemoria es importante en la construcción de la identidad del individuo, que le da un sentido de pertenencia en la familia y en la identidad cubana, pero más importante aún, es el poder de descifrar con cuáles memorias heredadas uno debe incorporar como propias, rechazando lo que no se alinea con las convicciones del individuo, en este caso de Juani. En este análisis empiezo explorando las relaciones que más afectan el sentido de ser de Juani. La relación con sus padres, con el antagonista de la novela Jimmy y la relación con su novia Gina. Estas relaciones representado los conflictos identitarios de Juani. Exploro como las memorias de sus padres han moldeado la identidad de Juani y su deseo de averiguar si estas memorias son verdaderas que usa como marco para decidir si la palabra de su familia es de fiar en general. También demuestro el daño que causan las posmemorias cuando llevan con ellas connotaciones intolerantes que afectan a Juani directamente. Esto me lleva a la exploración de las capas de Juani y con quien, y en qué situaciones puede mostrar las diferentes partes de su identidad, sus convicciones políticas y su identidad homosexual. Continuo mi análisis demostrando como estas posmemorias poco confiables llevan a Juani a querer investigar la verdad por su propia cuenta, llevándola a una nostalgia genealógica. Esta novela se ha analizado por numerosos escritores y profesores en los últimos veinte años. Maite Zubiaurre a través de un lente feminista y poscolonial reconstruye en las novelas Dreaming in Cuban por Cristina García y Memory Mambo por Achy Obejas una imagen de Cuba desde la perspectiva ginocéntrica que simboliza un objeto de deseo de los cubanos en la diáspora. Según Zubiaurre, estas escritoras construyen una imagen híbrida y cambiante y por lo tanto feminizada de Cuba, desarticulando así la masculinización de la isla. La teoría poscolonial de Helen Tiffin le permite encontrar en el concepto de la hibridez, que es propia de las culturas 29 poscoloniales, el elemento que inevitablemente facilita la creación de un imaginario nacional que se puede disputar y reinventar. Zubiaurre argumenta que, para crear una nueva nación híbrida y feminista, se tiene que primero re-imaginar. Tanto García como Obejas, con su examen de la nostalgia y su cuestionamiento de las memorias heredada de los primeros cubanos exiliados, se embarcan en esta redefinición del imaginario cubano. Amrita Das, por su parte, usa la teoría de Gustavo Pérez Firmat “Life on the Hyphen,” que como se ha dicho consiste en el uso de la metáfora del guion para establecer las complejidades de la dualidad de la cultura cubanoamericana, en tensión o contrapunto en su análisis de novela Memory Mambo. Das argumenta que en la protagonista Juani no existe un paso gradual por las etapas de la sustitución, destitución e institución junto a su comunidad de exiliados en Chicago como hubiera sido el caso de una vida en el “hyphen”. La evolución de Juani, más bien, sucede al margen del grupo, ella sola, sin el apoyo de su familia ni la comprensión de los personajes que la rodean se enfrenta a las memorias heredadas. Sirviéndose del concepto de memoria étnica de José Esteban Muñoz, definido como el conjunto de creencias, costumbres y memorias que se pasan de generación a generación, Das explora el papel de Juani en la ruptura generacional que amenaza la estabilidad de esta memoria colectiva (150). La historia de Juani ejemplifica cómo la memoria colectiva fue creada por los exiliados, pero cuestionada por quienes la heredan. La nueva generación de Juani y sus primas reta la identidad que emerge de estas memorias; sin embargo, aunque se aspira a reconstruir una identidad inclusiva, alejarse del grupo, de sus valores e historias, es un esfuerzo desestabilizador que aísla (155). Finalmente, Francisca Aguiló-Mora en su análisis de Memory Mambo también cuestiona la validez de la teoría de Gustavo Pérez Firmat sobre la identidad híbrida, ya que es una 30 identidad mayormente masculina, binaria y cerrada, atrapada entre la nostalgia por lo cubano y el lamento por no pertenecer plenamente ni a una identidad ni otra. Concluye que Achy Obejas en su novela rechaza la idea de tener que “vivir en el guion” porque su protagonista no se conforma a los modelos tradicionales de ninguna de las dos culturas y no quiere jugar el papel de mediadora entre lo estadounidense y lo cubano, como hace Pérez Firmat. Un análisis del bilingüismo, el “Spanglish,” y la alternancia de códigos o ‘code-switching’ en la novela le permite a Aguiló-Mora explorar la identidad híbrida o no de los personajes. Teóricos como Jan Blommaert, para quien los sujetos que se mueven entre dos culturas y lenguas, pero con imaginarios fijos, no encapsulan por completo una identidad híbrida; o como Ben Rampton, quien explica que “language crossing” es modo de comunicación menos rígida que refleja una identidad heterogenia, sitúan la fluidez o rigidez cultural de los personajes de Memory Mambo. Mi estudio se sirve de los conceptos teóricos de la posmemoria y la nostalgia genealógica para explorar la deconstrucción y problemática reconstrucción de la identidad del personaje de Juani, para quien cuestionar el racismo, machismo y homofobia de los relatos heredados implica también cuestionar su verdad. Se centra en Juani, la protagonista, y la constelación de personajes que demarcan su identidad: de su padre Alberto, hereda las memorias que influyen en su mentalidad e identidad; su novia, Gina, una independista puertorriqueña, saca a la luz el conflicto de identidad cubanoamericana y homosexual de Juani; Jimmy, el esposo de la prima Caridad, personifica el machismo cubano que Juani detesta. Su relación con estos tres personajes la llevan a Juani a cuestionar su memoria, su narrativa personal, su identidad étnica y sexual. La posmemoria y las ficciones heredadas Esta novela no es autobiográfica, sin embargo, hay semejanzas entre la vida de Obejas y la protagonista Juani. Autora y personaje llegan a los EE. UU. a los seis años y residen en la 31 ciudad de Chicago en Illinois, lo cual marca una diferencia con respecto a la mayoría de las novelas y relatos cubanoamericanos, ya que estos se centran en el enclave cubano de Miami. Juani cuenta que llegaron a Chicago en 1978, situando la acción en 1996.Que la historia transcurra en Chicago nos introduce a una memoria colectiva distinta a la que se puede encontrar en lugares como la Pequeña Habana. En Chicago no hay una comunidad de exiliados como en Miami, así que las memorias de la familia Casas no cotejan ni cuestionan. La novela ofrece personajes únicos: algunos son de la primera generación, aquellos que nacen y crecen en Cuba, como los padres de la protagonista; también encontramos personajes de la generación una y media que nacen en Cuba y crecen en los EE. UU., como Juani y su hermana Nena. Además, hay personajes de la segunda generación que nacen y crecen en los EE. UU., como la prima Patricia. Las diferentes generaciones de la familia están involucradas en el negocio familiar, una lavandería en Chicago a la que los personajes acuden y se convierte en el lugar de encuentro para la comunidad cubana. Juani se siente incomprendida. Estando rodeada de exliados que glorifica su recuerdo de Cuba, ella, sin tener memorias propias de le isla ni conexión fuerte con lo cubano o estadounidense, vive en crisis de identidad. Juani a lo largo de la novela negocia y renegocia las expectativas y valores de su familia con sus convicciones personales. No solo sufre una crisis de identidad étnica sino también de identidad sexual. Juani es lesbiana, y aunque ella vive su sexualidad sin reprimirla, se trata de tema sobre el cual no se habla en la casa por la homofobia presente en la familia. La combinación de rechazos crea incertidumbre alrededor de varios aspectos de su identidad. Constantemente expuesta a la historia oficial de su familia, Juani piensa y repiensa quién es ella en realidad. Juani carece de dirección, pero las conversaciones con su 32 familia, que revelan racismo, clasismo y homofobia le ayudan a encontrar, por oposición, los valores que ella quiere adoptar y se alinean con sus propias convicciones. La familia Casas vive en exilo, sin intención de regresar a Cuba. Las memorias de la isla son transmitidas por Alberto y Xiomara a sus hijos y sobrinos. Son historias de la isla que se repiten una y otra vez. Juani empieza la novela reflexionando sobre el rol de la memoria en su vida. “Sometimes I’m convinced they’re someone else’s recollections I’ve absorbed” (9). De su viaje a los EE. UU., aunque solo tenía seis años, Juani tiene un gran elenco de recuerdos, lo que le hace preguntarse si tales recuerdos son suyos o de sus padres. El término de posmemoria de Hirsch, que describe la relación entre las memorias traumáticas vividas por la primera generación y como la segunda generación hereda estas memorias como si fueran propias. explica la reacción de Juani a las memorias heredadas de sus padres, ella no distingue con claridad entre las suyas y las de ellos. La historia más destacada que funciona como hilo en la novela es la de su padre, Alberto, quien a lo largo de los años ha repetido que el inventó la cinta adhesiva o duct tape y que la CIA le robó su invención y la comercializó en los EE. UU. Este robo es el hecho fundacional sobre el que Alberto asienta su desdén hacia el país de acogida. Alberto vive en un espacio donde ya no tiene su hogar en Cuba, pero tampoco está a gusto en los EE. UU., culpando al gobierno por quitarle la oportunidad de ser rico. Él vive en esta historia, dispuesto a contarla a quien le escuche, y las veces que sean necesarias, aunque solo sea para desahogarse. La reacción de Juani a esta historia es ambivalente, ella no se sabe si es ficticia o verdadera. La familia tiene diferentes opiniones, pero el conceso general es que Alberto está loco y no cuenta la verdad. Gina, la novia de Juani no le cree tampoco: “He’s delusional because of what exile has done to him—just look at what life in the U.S. has made of your father” dándole 33 voz a la opinión que comparten la mayoría de la familia (26). Juani es uno de los pocos personajes que no sabe todavía qué creer. Ella se acuerda de su padre en Cuba, como trabajaba con grupos de hombres en el patio, creando pegamentos y tomando notas. “I remember all this, but I don’t know if I remember it for real or because I heard the story a million times” (25). Lo que está sintiendo Juani es el efecto de la posmemoria. Postmemory’s connection to the past is thus not actually mediated by recall but by imaginative investment, projection, and creation. To grow up with such overwhelming inherited memories, to be dominated by narratives that preceded one’s birth or one’s consciousness, is to risk having one’s own stories and experiences displaced, even evacuated, by those of a previous generation. (Hirsch 107) Juani al oír esta historia una y otra vez empieza a visualizarla e imaginarla hasta convertirla en parte de sus propios recuerdos. En este momento se crea el conflicto de cuestionar si en verdad confía en su propia memoria, creando una desconfianza interior que se manifiesta en la creación de su identidad. En última instancia, la historia de la invención de la cinta adhesiva representa los fallos de la memoria y las mentiras que cuentan la familia para lidiar con el proceso de ser inmigrantes y exiliados cubanos en EE. UU. Esta historia, fantasía o no, funcionan como un mecanismo de defensa para enfrentarse a la realidad de que lo que tuvieron en Cuba ya no existe. La protagonista, por su parte, no puede distinguir si sus recuerdos son suyos o de sus padres, si los relatos son verdaderos o falsos, la duda arraiga en ella y cristaliza como parte de su personalidad. Racismo, clasismo y sexismo de las posmemorias La familia también tiene memorias y narrativas heredadas que justifican actitudes racistas, sexistas y homofóbicas, que están en conflicto directo con las convicciones de Juani, aunque no las pueda disputar por completo, por miedo al rechazo. En el exilio la familia es lo único que tienes, es la única comunidad. La profesora Amrita Das, en su análisis de la novela, 34 contempla este punto en la vida de Juani diciendo: “The contradiction of wanting to belong to a community and also the desire to challenge it is well alive in her, yet in the absence of a viable option, other than her community, Juani holds on to what is familiar to her” (147). A través de la novela, Juani se posiciona respecto a los valores de la familia a una distancia o de una manera más sutil por el miedo de ser rechazada por ellos. Es una batalla que Juani pelea para pertenecer al grupo. Un punto que se encuentra en la novela y aparece a lo largo de la literatura cubanoamericana es la realidad del racismo, especialmente de la primera generación, y la crítica de estos prejuicios por parte de la segunda generación. En Cuba, y en otras partes de Latinoamérica, existe el dicho “adelantar la raza” o “mejorar la raza” que se dice a las personas con ascendencia africana para que se casen y tengan hijos con personas de ascendencia europea, e ir borrando la raza negra. En la novela vemos este fenómeno en la familia de Juani, en su propia madre, Xiomara. [T]hough my mother is clearly a mixed breed—just touch the pasitas on her head—and my Abuela Olga is obviously of African descent, my mother will do just about anything to deny her real lineage. When she saw my father, sipping a cafesito at an outdoor café just outside the house of her favorite babalao, she was sure their kids would be colorless and beautiful. (32) Xiomara, con descendencia africana, se casa con Alberto que, aunque no tenía mucho futuro, era un hombre blanco y con ese hecho, Xiomara estuvo satisfecha. Pero, irónicamente, a pesar del énfasis en “adelantar la raza,” los tres hijos de Xiomara nacen con rasgos afrocubanos. El objetivo de que sus hijos se casen con personas con la tez más blanca es una de las razones de irse de Cuba, como lo pone Juani (35). Los comentarios racistas de algunos personajes muestran cultura de elitismo en los cubanos que llegaron en la primera ola de exilio, pero otros grupos étnicos lo observan y lo critican. Gina confronta a Juani, “She said we were racists and classists 35 and that we only made fun of Puerto Ricans because most of them were darker and poorer than us” (122). El racismo en la novela está atado al clasismo. Un mito familiar de los orígenes del linaje de la familia Casas es otro punto de las memorias heredadas que construyen la identidad del individuo en el presente. Juani hace años que escucha la historia de que su familia es descendiente de Bartolomé de las Casas, un sacerdote católico en los tiempos de la colonia española. Xiomara lo admira por su trabajo humanitario con los indígenas de la isla, que supuestamente él protegió del “Spanish bloodlust” (32). Pero hay un detalle que la familia nunca añade al contar la historia: Bartolomé fue un sacerdote célibe y no hay evidencia concreta de que tuviera una descendencia. La prima de Juani, Patricia, quien es la única que ha regresado a Cuba, “says that the whole Bartolomé de Las Casas tale is one elaborate lie” (34). La familia Casas en su hogar en Chicago continúa pasando esta historia a generaciones futuras para justificar su linaje español y de clase alta, una narrativa ficticia que les trae orgullo e intensifica sus prejuicios. Otra actitud que detesta Juani es el sexismo y el machismo que se encuentra en su familia, personificado específicamente en Jimmy, el esposo de la prima Caridad y estereotipo del hombre machista cubano. Él es violento, inapropiadamente sexual, mentiroso y cobarde. Jimmy es introducido en la novela como el hombre que ha cambiado a Caridad, el que la prohibió trabajar en la lavandería y el que dicta con quién se puede asociar ella. Jimmy es complejo, aunque no despierte la más mínima lástima; llegó a los EE. UU. solo en el puente marítimo del Mariel y vivió con una familia americana. “See, he doesn’t belong in either world, Cuban or American,” (44). Caridad, con su baja autoestima, le tiene pena, se casan y así empieza una relación que pronto se convierte en abusiva. 36 Varios momentos en la novela exhiben el abuso de Jimmy contra Caridad, momentos en los que Juani se convierte en el apoyo emocional de Caridad, quien la llama después de estos episodios de violencia doméstica. Jimmy, con su actitud machista, también es homofóbico, por lo que prohíbe que Caridad se asocie con Juani y sus amigas lesbianas. La relación entre Jimmy y Juani es de poder que Jimmy reafirma exhibiendo su órgano masculino, tocándose inapropiadamente enfrente de Juani, recordándole que ella no es un hombre y nunca podrá satisfacer a una mujer como él lo puede. Esta relación basada en una tensión sexual y violenta reaparece a lo largo de la novela, sin que se resuelva. La violencia doméstica es otro de los temas sobre los que no se habla abiertamente. Juani no puede señalar el abuso de Jimmy porque Caridad no quiere verlo ni enfrentarse a esta realidad. La familia entera lo acepta y de eso no se habla. Otro caso del abuso emocional de la mujer es la historia de la abuela materna de Caridad, Nivia, quien Juani la describe como “the all-time denial queen,” y su marido, Felipe, quien siempre le fue infiel (46). Felipe muere en la cama de su amante y a la hora de identificar el cuerpo, Nivia miente y no lo identifica como el cuerpo de su marido Felipe. Es una mentira que ella crea para proteger su ego, una mentira que todos en el pueblo cree por lástima, pero que le impide reclamar la pensión de su marido muerto. Esta anécdota no solo señala la falta de respeto que los hombres tienen hacia las mujeres, sino también los extremos y mentiras por los que pasan las mujeres para conservar su dignidad y orgullo, tema que se repite. En las palabras de Juani “And I think, Maybe it’s genetic, this ability to see only certain things” (45). La mentira teje las historias familiares, las historias se cambian, se cree solo lo que conviene, la fantasía obscurece una realidad difícil de confrontar; todo ello solidifica el trauma intergeneracional. 37 Otro tema que se destaca en la novela, por el hecho de que nuestra protagonista es lesbiana, es la homofobia, otro prejuicio que afecta a Juani directamente. El tema de la sexualidad de Juani es uno del cual no se habla, no se menciona. Su padre particularmente esquiva esta conversación. Alberto es un hombre que inventa historias, que reconoce que las mentiras son para aparentar de una manera y quiere que Juani haga lo mismo con su sexualidad. “Because he’s afraid I won’t lie, it’s vital to him that I not be provoked into the truth” (80). Por eso Juani no habla del tema con su padre, porque ella no quiere mentir para la comodidad de los que la rodean. Su madre Xiomara sabe muy bien la orientación sexual de su hija y le responde en una manera católica, advirtiéndola de la naturaleza pecaminosa de esa manera de vivir. “My lesbianism is not the cause of my alienation, but it’s part of it” (79). Sin embargo, Juani no es la única lesbiana, “fuera del closet” en la familia. Una prima de ella, Titi, vive en Cuba y ha intentado salir del país una y otra vez. Titi es un personaje que Juani conoce a través de las memorias y los relatos de sus familiares; ella nunca la conoció directamente. Titi forma parte de esas narrativas que no siempre son de fiar. When I hear the stories about Titi—about her wild escape attempts, about the way she gets into deeper and deeper trouble because she can’t keep quiet—I’m always fascinated by how the family has imbued Titi’s persona with a great craving for a near mystical freedom and democracy. “She wants to be free,” my mother exclaims, “who could blame her?” But free to do what? No one says. (76) La familia Casas pinta a Titi como alguien que renuncia a la revolución y quiere irse a los EE. UU. por razones políticas, pero Juani reconoce que esa no es la verdad completa. Juani se ve reflejada en las fotos de Titi, reconociendo su “locura” que Juani solo puede describirla como la locura de una persona que no puede vivir su verdad. Juani se imagina que Titi no quiere ser libre de las ideas comunistas, Titi quiere ser “free to be queer” (76). Pero al mismo tiempo, Juani estaba creando una nueva narrativa de Titi, creando una nueva historia que no sabemos que sea 38 la verdad completa. Este es el ciclo de las memorias heredadas, que siempre están a sujetas a cambios. Juani busca un lugar donde no tenga que esconderse, sino en el que su identidad pueda florecer. Juani piensa que puede ser el espacio que ha creado con su novia Gina. Gina es puertorriqueña, independista y clama ser comunista, pero toma una posición diferente al respecto del tema de la homosexualidad. Gina no quiere que su sexualidad eclipse su lucha política. “That’s so white, this whole business of sexual identity,” she’d say, while practically undoing my pants. “But you Cubans, you think you’re white... (78).” La contradicción que se encuentra en Gina crea un lugar inestable donde Juani no se siente del todo validada completamente: el hecho de que sea cubana es una constante recordatoria de las diferencias entre ellas. Juani está en un lugar en el entremedio donde su familia no la acepta, por ser lesbiana, y su novia la rechaza por ser cubana, lo que la lleva a seguir buscando su identidad y el lugar donde pertenece. Su prima Patricia le dice “Juani, you do pretty well walking that weird line between not being in the closet and not being in people’s faces” (124). Aunque la novela no explica cómo Juani descubrió y aceptó su sexualidad, la trama gira alrededor del conflicto y la duda, del constante desconfiar y cuestionar la veracidad de los relatos que circulan en el seno familiar, de su inestable posición como joven lesbiana que silencia su verdad y esconde esa parte del yo. Juani vive en la mentira que silencia su orientación sexual, pero como cubanoamericana, aspira, al menos, a descubrir la verdad de su identidad étnica. Como se verá más adelante, movida por este deseo viaja a Cuba, donde espera encontrar respuestas que den fin a la nostalgia de su familia; Juani quiere los verdaderos relatos de su familia, acabar con las dudas que la ahogan y las fantásticas historias de su padre. 39 Las muchas capas de Juani Juani está rodeada de personas que la juzgan, su familia es racista y homófoba pero no puede prescindir de ellos. Juani está en una posición vulnerable como la mayoría de las personas que viven en el exilio, donde la familia es el único punto de apoyo. La profesora Das explica la situación de Juani de la siguiente manera: She finds many of her community's cultural practices troubling, yet does not question them, as she fears isolation from the only community she has known. The fear of being turned out of one's home is a reality too well understood in an exilic community, as stories of the exile experience are constantly shared as part of the dominant narrative. (147) El anhelo de Juani es crear su propia realidad, tallar su propio espacio y reconstruir una identidad y en este proceso cuestiona las memorias, narrativas y mentiras alrededor de las que su familia construye su identidad. Juani vive en tensión: siente la responsabilidad de salvaguardar las memorias que han moldeado su familia, aunque esto signifique aceptar mentiras y valores que no aprueba. La Dra. Hirsch dice que hay “a shared inheritance of multiple traumatic histories and the individual and social responsibility we feel toward a persistent and traumatic past” lo que hace difícil salir del colectivo (111). Esta tensión es un tropo que aparece en los personajes que viven en un “hyphen o guión” que marca las diferencias entre los dos lados y hace que la identidad no fluya, sino que sea una u otra. Juani tiene su identidad cubana-estadounidense y de ella se espera que sepa en qué momento enfatizar una sobre la otra. El escritor Flavio Risech describe su experiencia de ser cubanoamericano usando la metáfora de “cross-dressing” o cambio de piel, donde tiene diferentes vestidos culturales, políticos y sociales que colecta en los diferentes espacios, y sea el espacio familiar, la comunidad cubana o en la esfera académica. Cada una de estas capas pertenecen al individuo, pero no se pueden exhibir todas al mismo tiempo. “Each time we cross these boundaries, then, we must in an important sense “cross-dress,” making coded decisions as 40 to how to present ourselves, about what part of our identities to wear proudly or keep closeted (Risech 58). Se vive en alerta y reflexión constantes sobre qué vestidos hay que ponerse o quitarse, según la situación, y escoger muy bien con quién se puede una expresar abiertamente. Juani no da voz a lo que piensa con su familia. Las interacciones con ellos están marcadas por el monólogo interior de ella, no el diálogo. Solo con dos personajes Juani da voz a lo que piensa: su novia Gina y su prima Patricia. Aun así, existen circunstancias que limitan la honestidad de Juani. Con Gina, ser cubana implica tener que defender su origen. Gina, con sus actitudes políticas, quiere a Juani, pero hay un obstáculo: el hecho de que Juani sea cubanoamericana le molesta y en varias ocasiones le llama gusano, aunque en broma. Gina no entiende que es un término peyorativo para describir a los cubanos exiliados y del que Juani se avergüenza y siente que tiene que defenderse. Hay roces entre ellas por la arrogancia de Gina y sus amistades que parecen saber más de Cuba que la propia Juani y, aunque Juani no quiere, se ve forzada a ser portavoz de los cubanos en exilio frente a Gina. Juani no encaja en las actitudes anticomunistas de sus padres. Ella no vivió en la Cuba que vivió sus padres y tiene que decidir hasta qué punto creerles teniendo en cuenta los traumas vividos que alteraron sus memorias. Pero tampoco encaja en el espacio izquierdista de Gina y sus amigas, quienes, desde su comodidad en Chicago, apoyan ferozmente la revolución cubana. En su descripción de los espacios políticos, Risech comenta las contradicciones que él encontró en los espacios cubanos como americanos. I had to negotiate a political minefield. The fervent anti-communist cant of my Cuban relatives and neighbors, the U.S. pro-Cuba left's sometimes insufficiently critical, single-minded defense of the revolution, and the frequently impenetrable "party line" positions of many revolucionarios on the island all pulled me across the terrain in different directions. (64) 41 Juani, siempre en el medio con poca idea de cómo encajar en estos espacios, se frustra, llevándola a cometer un acto violento del cual hablaremos más adelante. El otro personaje con quien Juani se expresa abiertamente es la prima Patricia, el primer miembro de la familia que nace en los Estados Unidos. Ella es profesora de ciencias políticas en la universidad de Illinois y ha viajado varias veces a Cuba, donde ha luchado por restablecer las relaciones diplomáticas entre los EE. UU. y Cuba. Tiene, por lo tanto, una perspectiva matizada de la relación entre Cuba y los EE. UU. Se casó fuera del círculo cubano, con un hombre judío, Ira, pero Patricia también guarda un secreto, se pone y quita el vestuario o las identidades escondidas, según la situación, por las mismas razones que Juani. Al final de la novela, el secreto de Patricia sale a la luz en el transcurso de una conversación entre Juani y su hermana Nena. Patricia y Titi tuvieron una relación amorosa, y este dato añade nuevas conexiones a la telaraña compleja de la familia Casas. Al compartir identidad sexual, Patricia reconoce la tensión de Juani que vive entre el deseo de vivir su verdad y el de no causar conmoción familiar. Frente a Patricia Juani se puede quitar los vestidos de identidad sin tener que fingir. Después de la situación con Gina y sus amigas, Juani llama a Patricia y habla abiertamente de su relación. Veremos cómo Patricia es un personaje que guía a Juani en su búsqueda de información sobre la familia en Cuba. Hacia mitad de la novela, Juani se derrumba al reflexionar sobre su lucha interna ya que no se siente completamente validada ni apoyada. Este momento es cuando Juani piensa sobre la manera en que la familia habla de Titi y la narrativa que circula sobre ella; se conmueve porque ella es como Titi, las historias son las mismas que su familia crea de ella. En este punto cargado de emoción, Juani se compara con sus primas y su hermana: I’m something else entirely: my own island, with my own practical borders, seemingly ordinary on any map but, for all the burnt earth and barren mines, the least likely to be 42 swallowed and disappeared by the waters. What I mean is this: I am as marked by genetics and exile as everyone else, as comfortably a part of any family portrait as the others. But though nobody much notices, I’m also a stranger in my own family, whether my connection is by blood or experience. I run about ten degrees hotter than they do—not to a boiling point, but to a simmer. (79) Juani reconoce sus diferencias; así que, aunque ha pasado por las mismas experiencias que sus padres, sus tíos y sus primas, Juani no encaja. No encaja por su manera de pensar, por su rechazo a las ideas racistas, machistas y homofóbicas de la familia; porque no tiene sus propias memorias de la isla. Ella desconoce la verdad de las historias, que parecen ser meras posmemorias que ella ha heredado. Lo único que le trae confort es el hecho de que ella se conoce a ella misma diciendo, “I’m the only one I know about for sure” (79). Cuando está reflexionando sola, ella no tiene que ponerse vestidos ni cambiarse de vestuario para caber en el espacio que alguien más ha tallado para ella. En su soledad, Juani sabe quién es, no tiene que “cross-dress” pero no tiene el coraje para ser esa persona frente a los demás. Mentiras genéticas Los temas de la posmemoria, de las narrativas heredadas y los secretos que se manifiestan en el acto de “cross-dressing” nos lleva al problema de las mentiras. En la novela todos mienten, Juani, sus padres, sus primas y sus parientes en Cuba. “Nena, everybody in our family’s a liar,” I said. “Mami and Papi make up stuff about the duct tape fortune, Caridad lies about Jimmy, Jimmy lies about everything, Patricia lies about Titi, god knows Tio Raul and Pauli both have tons of secrets, and hey, you’re lying about Bernie. Everybody’s dancing around the truth (174). Las mentiras son, como describe Juani, un baile que rodea la verdad, pero la verdad es menos común que las tantas mentiras de la familia. Las mentiras se manifiestan en diferentes maneras. Algunas mentiras son causadas por la falta de memoria, donde uno se acuerda de lo que quiere o lo que puede de una situación. También hay mentiras que se creen para protegerse a uno mismo 43 o a alguien más. Además, están las mentiras que se cuentan por simplemente mentir, como en los casos de la infidelidad o para lidiar con situaciones abrumadoras. Las mentiras no solo se cuentan entre los cubanoamericanos en la novela, sino también mienten los parientes en Cuba. For every Cuban I’ve ever met in the U.S., there is at least one relative left on the island. This is the relative who sends coded messages in letters, who describes how long the lines are everywhere, and all the new ways of making cafesitos from used coffee grounds and crushed red beans. The stories they tell are always slightly incredulous, but those of us who are here have no choice but to believe them. (74) En la isla, en la década de los 1990, no hay internet ni manera de confirmar bien cuál información que comparten es verdadera o falsa, pero los que están en el extranjero, sin poder regresar y verlo por ellos mismos, creen lo que se les dice. Hay varias mentiras familiares que empiezan en Cuba y luego continúan en los EE. UU. como parte de la memoria colectiva de la familia. Por ejemplo, la mentira de Nivia y Felipe, que mencionamos anteriormente con la infidelidad de Felipe, es un caso de usar las mentiras como una manera de proteger el ego, para conservar un poco de orgullo. Otra mentira que viene de antaño y afecta a Juani inesperadamente es la que le cuenta Emilia Fernández, miembro importante en la comunidad de Chicago y parte de la junta de educación cuyo estatus se respeta. Un detalle de su vida, que no es información pública, es su sexualidad de mujer lesbiana y Juani se da cuenta por la manera en que Emilia habla de sus parejas. Emilia entra a la lavandería para decirle a Juani que se compró una casa con otra mujer y no tiene más necesidad de usar los servicios de la familia Casas. Juani la felicita y Emilia reacciona en una manera defensiva, “for the first time ever, Emilia Fernández falters. “Well, we’re just roommates, just two friends,” she says with an unexpected defensiveness” (53). A Juani este comentario la incómoda hasta el disgusto. “I resent Emilia’s denial of her lover. But more importantly, I’m upset because, in spite of everything, I know I’m going to miss her” (53, 44 54). Emilia es alguien a quien Juani admira por su manera de defender la comunidad LGBT en su oficio y por su manera de ser ella misma. Pero la decepcionó con la negación de su vida amorosa. Esto afectó a Juani, dejándola con menos personas en quien confiar y compartir su verdadera identidad sexual. Otra mentira o secreto que surge del racismo que tiene la familia Casa es la relación de Nena y su novio Bernie. Nena, hermana mayor de Juani, deja su vida en Chicago y se muda a Miami, donde se empareja con Bernie, un hombre de descendencia africana y judía. Juani visita a Nena en Miami y ahí es donde conoce a Bernie y le cuenta la historia de cómo se conocieron. Una de las primeras preocupaciones que menciona Nena es la raza de Bernie. And there’s Mami,” Nena continued. “I was so incredibly attracted to Bernie from the first minute I saw him, and yet, even though I know her whole thing about skin color is bullshit, it kept haunting me. You see, I know I would never give Bernie up because she won’t approve, but I also know that my being with him is going to torture her, even though her reasons are totally fucked up. (190) La raza de Bernie es una preocupación de Nena, que sabe que afectará su relación con su madre. Este secreto que guarda Nena es para proteger a su pareja y para proteger a su madre también; de la misma manera que Juani no habla abiertamente de su relación con Gina su hermana tampoco habla de su relación con Bernie. Las dos hermanas escondieron un parte de sus vidas e identidades para no causar problemas y mantener su pertenencia al grupo. La mentira más potente en la novela es la creada por Juani y Jimmy. Primero ofrezco un breve resumen de los hechos. Juani durante el transcurso de una conversación llena de insultos con Gina y sus amigas, agrede a Gina; las dos se pegan hasta el punto de sangrar, incluso dejan de ser pensar y tener conciencia del daño que causan. Juani termina en el hospital, con Jimmy, que trabaja como limpiador en el hospital. Jimmy le cuenta la mentira que él le contó a la policía: los golpes vinieron de un ladrón en la noche y ellas mismas se defendieron, por lo tanto no 45 necesitaban que la policía se involucrara. Juani, en su delirio, no sabe cómo le va a explicar a su familia lo que ha pasado; es Jimmy quien salva la situación con su plan: “This is the story—the story is that you two were attacked by an unknown, anonymous assailant. Gina’s mom had left the party and so had her friends and they forgot to lock the door down- stairs, see? So the unknown, anonymous assailant—who could be anybody, really—just walked in, which is why there are no signs of forcible entry. You thought it was a robbery and clobbered him and then he beat the living daylights out of you, right in the apartment, which explains al the screaming, get it?” (139) Jimmy miente con facilidad, siendo él mismo un abusador doméstico, la historia, la mentira que crea para “proteger” a Juani, es también la moneda con la que luego la soborna. La mentira de Jimmy seguirá a Juani por el resto de la novela; se convierte en el secreto que la confunde más, que impacta su habilidad para razonar y distinguir la mentira de la verdad. Junto a las memorias falsas y la nostalgia de su familia, se abre otro espacio en el que ella misma falsea sus propias memorias y convicciones. And I realized that I’d left Cuba too young to remember anything but snatches of color and scattered words, like the cut- out letters in a ransom note. And what little I could put together had since been forged and painted over by the fervor, malice and nostalgia of others. What did I really know? And who did I believe? Who could I believe? (133) Al dudar de sus propias memorias, también duda de su identidad, lo que a su vez da pie a enfatizar como las narrativas/mentiras colectivas afectan la construcción de la identidad. Semanas después de la interacción violenta entre Juani y Gina, Juani la busca tratando de descubrir qué pasó entre ellas. La violencia deja una vacío en su memoria, una falta de claridad de lo que verdaderamente ocurrió entre ellas. El episodio de violencia entre Juani y Gina la lleva a preguntarse: ¿Qué pasó en realidad? Ella lo explica a su modo: I hurt Gina, she hurt me. I don’t know who hurt whom first—I know I hit her first—but I don’t know when we first hurt each other, or whether that particular detail matters. It is possible—it is entirely possible—that I need to see it in this way and that need dictates what I remember. (234) 46 Juani no se quiere acordar bien porque cambiará su percepción de ella misma, cambiando su identidad. Su necesidad de quedar como una persona ecuánime y serena la lleva a creer en una versión los hechos que la pinta como una persona no cruel, pero la verdad es que ella fue que inició el acto violento. Este fallo de la memoria causado por la violencia, la mentira alrededor de este hecho traumático hace eco de los fallos de su padre y madre. Mientras que el padre, a la hora de lidiar con su estatus de exiliado, inventa la historia de la cinta adhesiva, la madre idealiza Cuba. Estos son los mecanismos de cada uno para lidiar con una realidad traumática. Bailando el memory mambo El título de la novela, Memory Mambo, es el proceso que toma la memoria a través del tiempo y cambia con los diferentes relatos y perspectivas de la familia. Nena define Memory mambo perfectamente: Well, I just tell Bernie what's true for me, and I let him know I have doubts, and that there are varying stories," Nena said. "For example, if I were gonna tell him about Titi and Patricia, I'd tell him Manolito's story and then maybe your story and then my story- what I believe and by the end, there's a new story -Bernie's." I shook my head. "Very relative," I said. "It must take forever to tell all the stories." "Hey, we're into communicating, okay?" she said with a chuckle. "It's sort of like singing 'Guantanamera'-everybody gets a chance to make up their own verse." "Memory mambo," I said…” (194) Los cuentos del padre, la compleja historia de la familia, la verdad de su identidad lesbiana y de la vida de Titi en Cuba circulan entre los miembros de la familia; con el paso del tiempo se cambian y al final crean una nueva historia que contar. En la estancia en casa de Nena, Juani se queda con Bernie quien tiene una computadora, algo excepcional en el año 1996 cuando poca gente tenía computadoras en sus casas. A Juani le ocurrió buscar Duct Tape por el internet. Ella le pregunta a Bernie quien inventó la cinta y él sin saber la carga emocional de esta historia le responde “Well, I guess it depends who you believe” (185). El internet le cuanta los ingredientes de la cinta y al leerlos le da un flashback a su niñez: 47 And it was as if I were at the beginning all over again, the beginning of all my doubts, the beginning of my very existence. Because how could I remember any of this? I was just a kid when the whole duct tape episode occurred — a five, six year old, running around between the buckets of bubbling mystery soup, between the legs of Felo and Cuco and Cheo as they rolled the cinta magnética into messy balls that we—me and my little friends from the neighborhood—would later throw against the wall in a game to see if they would stick. (185) El ingrediente que lee en la página web es el mismo que ella recuerda haber escuchado de su padre, pero ella apenas tenía seis años y sus recuerdos son tan poco de fiar como las locuras de su padre y de la información que se encuentra en el internet. El internet aquí funciona como en elemento desestabilizador de la seguridad: las memorias se hacen más ficticias, aunque es posible que cuenten la verdad. Terminando más confundida que antes de la búsqueda Juani se siente derrotada: “With my family, you just fuckin’ never know” (186). Con los Casas y sus memorias y mentiras Juani decide que debe buscar respuestas por su propia cuenta. Regresar para seguir adelante: la nostalgia genealógica Movida por el deseo de encontrar la verdad que se pueda esconder tras la narrativa heredada de la familia Juani decide regresar a la isla: “I told her…how I just wanted to see Cuba with my own eyes, walk the streets of Havana by myself, see where we used to live, talk to people, ask questions” (154). Juani, al recibir perspectivas contradictorias de su familia sobre la isla, tras escuchar relatos de familiares tanto anticomunistas como revolucionarios, quiere crear su propia idea de Cuba. Este sentimiento es lo que Delisle refiere como nostalgia genealógica. [T]he desire to uncover and record stories of diasporic family ancestry – their genealogical nostalgia – leads the authors on physical journeys to distant homelands where they have never themselves lived, or in some cases, that they have never even seen…For the children of diaspora, I argue, the desire to ‘uncover’ this relational history becomes tied to the places and contexts from which the family story has been removed. (131, 141) Juani ya no puede dejar su historia en las manos de sus familiares y antepasados. La prima Patricia, que ha pasado por ese sentimiento, que ha ido y regresando de Cuba varias veces no 48 entiende por qué Juani quiere regresar: “To my surprise, Patricia wasn’t thrilled with my decision. Shockingly, she actually sounded somewhat like I’d expect my parents to respond. “Oh, god, Juani, why?” she asked, making a face. “It’s nothing like it used to be. In fact, there’s nothing there” (153). Es casi como si Patricia se hubiera olvidado de las razones por la cuales ella regresó; parece que al no encontrar ella las respuestas que buscaba, duda de que Juani las vaya a encontrar. Juani le responde a Patricia que ella quiere sentir que pertenece, sentimiento que no siente en Chicago. “For belonging,” I say. “To get away” (235). Pensando en sus planes de regresar a Cuba hay una figura constante donde ella piensa buscar pertenencia, con Titi: I took out the note- book on which I’d scribbled a few notes to Titi. Nothing was coming to me. What, after all, do you say to someone you’ve never met? Someone who, you’ve been told all your life, is nuts? Someone whom you suspect is a lesbian, like you? I didn’t want to make assumptions but I also wanted to make a connection. I’d come to the realization that, if I went to Cuba, I wanted to stay with Titi, or at a hotel. (174) Pero la desesperación de Juani por encontrar una conexión, a alguien con su misma orientación sexual, quien le pueda dar respuestas de su familia, es real y ella piensa que esa conexión está en Titi, el personaje donde reside la verdad. Comentándole a Patricia que le contara a Titi la verdad de lo que paso con Gina, es ella indirectamente contándole a Patricia la verdad. Titi no solo representa la conexión con Cuba, es también una nueva relación que se puede empezar con la verdad. Con Titi, Juani no tendrá que negociar su identidad, podrá ser ella misma. La nostalgia genealógica da pie al deseo de regresar a la patria y se usa para crear identidades en el presente y del futuro. La narrativa sugiere que Juani irá y regresará de Cuba con su propia historia, añadiendo una más al memory mambo colectivo de la familia, aunque la novela termina antes de este viaje. While it is oriented toward the past, then, nostalgia is in fact rooted in the present, where the distance between the time and place of longing and the current moment is registered as ‘the presence of absence’: ‘an absence that continues to occupy a palpable emotional space.’ (Delisle 138) 49 Como muestra este capítulo, la posmemoria es el punto de partida de la segunda generación tras pasar por un desplazamiento masivo donde el trauma lleva a tener memorias ficticias del hogar que se abandonó, pero las memorias falsas a las que la familia de Juani se apega justifican homofobia, el racismo y el machismo de cual Juani se quiere alejar. En ese alejamiento ella negocia su propia identidad, cuestionándose a sí misma su propia memoria. Con el sentimiento de la nosología genealógica, Juani logra tener una meta hacia donde mirar, Cuba, y más específicamente, Titi, la cual representa la vida que ella hubiera tenido como mujer lesbiana en Cuba. La memoria y el sentimiento de pertenecer son imprescindibles en las historias de los que viven en la diáspora. Juani no tiene un fin concreto, pero deja de buscar un punto de orientación para seguir construyendo el puente entre la posmemoria y su identidad como mujer lesbiana cubanoamericana. Conclusión En este capítulo argumenté la importancia de la posmemoria en la construcción de la identidad del individuo, que le da un sentido de pertenencia en la familia y en la identidad cubana. Vimos que en la vida de Juani las historias y memorias colectivas de su familia le daba un espacio a Juani donde podía conectar con su familia sin ser completamente aislada, algo que su orientación sexual si lo hacía. Su identidad cubana es la que la mantiene conectada a su familia. Pero más importante aún, es el poder de descifrar con cuáles memorias heredadas uno debe incorporar como propias y cuales rechazar por la razón que no se alinea con las convicciones del individuo. En el caso de Juani ella rechaza las actitudes racistas, homofóbicas y sexistas de la memoria colectiva de su familia. En este análisis exploré las relaciones que más afectan el sentido de ser de Juani, su relación con sus padres, con el antagonista de la novela Jimmy y con su novia Gina que todos 50 representan una lucha interna de Juani. Exploré como las memorias de sus padres han moldeado su identidad y su deseo de averiguar si estas memorias son verdaderas usando esto como marco para decidir si la palabra de su familia es confiable. También demostré el daño que causan las posmemorias cuando llevan con ellas connotaciones intolerantes que afectan a Juani directamente. Esto me llevó a la exploración de las capas de Juani y con quien, y en qué situaciones puede mostrar las diferentes partes de su identidad, sus convicciones políticas y su identidad homosexual, solo pudiendo enseñar ciertas partes de su identidad, nunca pudiendo ser ella completamente y sin disculpas. Terminé mi análisis demostrando como estas posmemorias poco confiables llevan a Juani a querer investigar la verdad por su propia cuenta, llevándola a una nostalgia genealógica. Aunque no se realiza en la novela sabemos que Juani tiene ganas de regresar a Cuba y conocer por ella misma las memorias que les fueron heredadas. 51 CAPÍTULO III: EL PODER DEL SILENCIO Y EL PESO DEL PASADO: UN ANÁLISIS DE OF WOMEN AND SALT DESDE LA FALTA DE POSMEMORIA Introducción a Of Women and Salt de Gabriela García De la literatura cubanoamericana de la segunda generación hay autores que han entrado a la literatura latina, dejando atrás el género de literatura de exilio. De las novelas de la segunda generación que he leído, encontré ecos familiares en Of Women and Salt de Gabriela García. Al leerla me recordó a la primera novela cubanoamericana que leí, Dreaming in Cuban de Cristina García, escritora de la primera generación de literatura cubanoamericana. La manera en que Cristina García escribe sobre diferentes generaciones de mujeres de una familia cubana es muy similar a la trama de Of Women and Salt. Gabriela García añade una perspectiva nueva al incluir personajes fuera de la familia cubana, aun así, mantiene las diversas perspectivas generacionales en la historia de una familia. Gabriela García es un buen modelo que representa a la segunda generación de escritores cubanoamericanos. Ella nace en 1984 en Nueva York de una madre cubana y un padre mexicano y en su niñez se mudan a Miami, donde ella recibe su educación primaria y secundaria (López xix). García es escritora de poemas, cuentos cortos y novelas. Sus poemas aparecen en Best American Poetry y sus cuentos en antologías como Let’s Hear Their Voices: Cuban American Writers of the Second Generation y The Iowa Review. Su primera y única novela, hasta el momento, Of Women and Salt (2021) ha recibido mucha atención y elogios de los críticos del “New York Times”, el “Washington Post” y de otros medios de comunicación por su manera de representar la inmigración y la voz de la mujer. En una entrevista con “DateBook,” García cuenta que también es activista feminista de los derechos de los inmigrantes, trabaja con la 52 organización feminista, UltraViolet, donde toma inspiración para escribir su primera novela (2021). A diferencia de la novela Memory Mambo, la protagonista de Of Women and Salt, Jeanette, lidia con la falta de la posmemoria y la construcción de la identidad primariamente a través de la nostalgia genealógica, que le mueve regresar a Cuba para descubrir la verdad de su historia, ya que su madre se la oculta. La memoria ausente y el silencio del pasado se combinan y crean un espacio vulnerable para Jeanette, donde vive con un trauma intergeneracional oculto que se manifiesta en un abuso de sustancias y una inquietud de encontrar la verdad. En este capítulo propongo que el silencio es más dañino que las memorias falsas en la vida de la protagonista cubanoamericana por la falta de comunicación que la deja aislada de su familia y de su identidad étnica-cultural. En este análisis demuestro el poder del silencio en la relación entre Jeanette, su madre y su abuela, y cómo la ausencia de recuerdos lleva a Jeanette a imaginar una versión propia que la aleja de su familia y comunidad. Of Women and Salt relata la historia de cinco generaciones de mujeres cubanas desde el siglo diecinueve al 2019 al mismo tiempo que la historia de la protagonista Jeanette en el Miami contemporáneo se entrecruza con la de una mujer salvadoreña y su hija. Las generaciones están atadas por memorias, traumas y la constante huida de una verdad dolorosa que subyace y configura los motivos de las decisiones de los personajes. La novela está dividida en doce capítulos con diferentes puntos de vista de las mujeres a través de las generaciones. La novela no está en orden cronológico, sino que sigue el hilo de las preguntas que tienen los personajes sobre el pasado y las respuestas que salen a la luz a través de las diferentes voces en los diferentes tiempos. 53 Los estudios sobre trauma examinan la conexión entre los traumas intergeneracionales, los secretos y las narrativas heredadas de una generación a otra. La profesora Margaret McNay en un estudio titulado “Absent Memory, Family Secrets, Narrative Inheritance” explora el concepto de memorias ausentes, un concepto contrario al concepto de la posmemoria. Las memorias ausentes son aquellos recuerdos que no se ocultan a la próxima generación. Son memorias traumáticas que llevan al silencio de la primera generación, dejando a la segunda generación con falta de una narrativa familiar que llega a impedir la creación de una identidad étnica y personal. Traumatized into silence, their parents and relatives transmit the wounds of subjugation and displacement, and not the memory. Absent memories become family secrets, known to some members of the family, not known to other members, and, often, intuited by still others. Secrets serve particular functions in families, but when they disrupt the construction of narrative inheritance, they also disrupt the formation of identity in children growing up in those families. (McNay 1179) Los secretos de una generación se manifiestan en una falta de identidad en la segunda generación, causando una perspectiva negativa de los antepasados; la falta de la historia familiar ocasiona la pérdida de conexión con el grupo. Los secretos, aunque no pasan de generación a generación, causan daño. La falta de comunicación crea un ambiente hostil entre padres e hijos, como veremos en la novela. En los estudios de trauma y de memoria encontramos también la teoría del poder del silencio. El artículo de la psicóloga Ruth Lijtmaer “Untold Stories and the Power of Silence in the Intergenerational Transmission of Social Trauma” explora el proceso de no hablar sobre el trauma vivido de una generación y la falta de comunicación con la próxima generación que resulta también en trauma intergeneracional. El trauma intergeneracional se transmite a través de relatos e imágenes “which then become intertwined with the core-identity and self-representation 54 of the members of subsequent generations” (275). Pero, la reacción opuesta de no querer hablar del trauma también tiene un impacto dañino. En los hogares donde nunca se menciona el trauma en la vida de los padres, el silencio puede dejar al hijo o hija en una situación paradójica. “Lacking their parents’ direct experience of devastating atrocities, they are faced with the task of assimilating such realities into consciousness through their own imagination” (276). Cuando no hay una representación verbal del trauma, la siguiente generación tiene que llenar los huecos en su imaginación que puede manifestarse en aún más trauma. Sin tener cómo expresar, el trauma se puede manifestar en sentimientos de terror y pérdida. La segunda generación siente la tristeza y la angustia de la primera y el silencio produce una distorsión en el sentido de su realidad. Esto puede resultar en que el hijo o hija no pueda entender su propia experiencia y realidad. Veremos como nuestra protagonista Jeanette siente ese trauma causado por el silencio de su madre y que la impulsa a llenar esos vacíos sola. El silencio y la falta de posmemorias familiares llevará a Jeanette a sentir una nostalgia genealógica, el concepto acuñado por Delisle que describe la necesidad de regresar al lugar de origen para llenar los espacios de la memoria heredada a través de sus propias experiencias, causada por “the affective inheritance of diaspora” (131). Jeanette pasará por una crisis de identidad y un sentimiento de soledad por la distancia entre ella y su familia que la lleva al uso de las drogas que explicaré más adelante. En este análisis empezaré hablando de las memorias ausentes y el poder del silencio en la familia, explorando la añoranza que tiene Jeanette en saber por qué su madre se fue de Cuba y por qué no tienen una comunicación constante con las personas que dejó atrás en la isla. En esta sección también exploraré los personajes de Jeanette y su madre Carmen, y la distancia entre 55 ellas. En la próxima sección desarrollaré cómo Jeanette viene a sentir una nostalgia genealógica, propongo que al no saber lo suficiente de la historia familiar, su regreso a Cuba causará gran decepción. En la última sección analizaré la historia entrelazada entre Jeanette y la familia salvadoreña: la inmigrante indocumentada, Gloria y su niña. La comparación entre la experiencia del migrante cubano y el latino, marca una de las diferencias entre la literatura de la primera y segunda generación cubanoamericana. Of Women and Salt es también un comentario sobre las diferencias de la inmigración cubana y de otros países latinoamericanos, en este caso de El Salvador, y la posición privilegiada del cubano en los Estados Unidos. Las memorias ausentes y el poder del silencio La carta que escribe Carmen, la madre de Jeanette, a su hija, en donde le pide que no se muera inicia la novela. Le pide que encuentre las fuerzas para estar sobria para poder reparar la relación entre ellas dos y contarle toda la verdad de su pasado. En estas dos páginas, Carmen le confiesa que hay secretos y motivos por los que se fue de Cuba que Jeanette no sabe. De este modo, se establece el conflicto interno de Carmen y el conflicto con el que sabemos que Jeanette lucha a través de la novela. La acción empieza en 1866, con un contrapunto narrativo de tiempo: la historia de María Isabel, una mujer joven en Camagüey y antepasada de la protagonista. María Isabel cuenta su experiencia como campesina y única mujer trabajadora en una fábrica de tabaco, durante el tiempo en que Cuba es colonia de España. Ella relata los acontecimientos que llevaron a la guerra de los diez años (1868-1878), cuando Cuba quería reformas y la abolición de la esclavitud. La vida de María Isabel está marcada por la pobreza, la muerte de su madre y su falta de educación formal. 56 María Isabel es la primera mujer en el linaje de la familia con voz, la cual encuentra gracias a la escritura, aunque no sea la suya propia. Ella anhelaba saber leer, escribir y usar su voz, como mujer, para proclamar la libertad. Su esposo Antonio, antes de ser fusilado por los españoles por su involucramiento en grupos abolicionistas, le enseña a leer. Ella se queda con una primera edición en español de Les Miserables que pertenecía a su esposo. Aunque ella no escribe sus memorias, sí tiene esta novela; el libro será el objeto que conecta a las generaciones de mujeres en esta familia. La vida de María Isabel con su pérdida y tribulaciones de mujer oprimida contrasta con la vida de Jeanette, nuestra protagonista que vive en el siglo XXI en Miami. Conocemos a Jeanette en el 2014, donde aprendemos rápidamente de su adicción a las drogas y de su relación tensa con su madre, Carmen, quien es viuda, reservada y con sus propios secretos. Ella perdió a su esposo por un cáncer causado por alcoholismo y vive sola en la ciudad de Coral Gables en las afueras de Miami. Carmen se desenvuelve entre los círculos de la elite de Miami, los exiliados de la primera ola después de la revolución cubana. Sus secretos y el silencio causan daño a su hija. Jeanette le expresa a su madre a través de la novela la necesidad de que rompa su silencio y le cuente su historia. Carmen no le habla a Jeanette sobre su vida en Cuba. Es el misterio más grande en la vida de Jeanette y resiente que su madre está cerrando una parte de su vida que también le pertenece a ella. Expresando ese anhelo de saber la historia completa de la familia, Jeanette reflexiona como su madre le respondía al preguntar ella sobre la isla. As a child, Jeanette used to ask her about Cuba… Jeanette hadn’t understood why her mother never said a word and would almost snap if she asked about her past. Jeanette had never even spoken to her maternal grandmother in Cuba. And even as a child, Jeanette understood that another narrative she couldn’t access had shaped her life. She didn’t have the vocabulary to say, I want to know who I am, so I need to know who you’ve been. (36) 57 El silencio de su madre es causado por un trauma del cual nosotros, como lectores, ni Jeanette, estamos conscientes. Pero Jeanette reconoce que para su propia construcción de identidad tiene la necesidad de saber quién es su madre primero. Los secretos que guarda Carmen no solo afectan su propia vida, sino también la vida de su hija, quien ahora siente que tiene la responsabilidad de buscar las respuestas del pasado por su propia cuenta. Llevando a Jeanette a seguir una nostalgia genealógica. Lo poco que sabemos de Carmen es que no habla con su propia madre, la abuela de Jeanette, quien todavía reside en la isla, en la provincia de Camagüey. En el episodio narrado por la abuela, empezamos a conocer más sobre la historia de las mujeres. La vida de Carmen como ama de casa y esposa “perfecta” se empieza a desintegrar durante una fiesta de día de acción de gracias. Jeanette sabe que su madre no habla con su abuela, pero saca a relucir el tema sale durante la cena. Carmen no le da ninguna información a Jeanette: Cuba Cuba Cuba. Why anyone left a place only to reminisce, to carry its streets into every conversation, to see every moment through the eyes of some imagined loss, was beyond her. Miami existed as such a hollow receptacle of memory, a shadow city, full of people who needed a place to put their past into perspective. Not her. She lived in the present. (99) Carmen está harta de las personas como Jeanette que siguen pensando en Cuba, aunque viven en los Estados Unidos. Este enfado de Carmen apunta a algo en Cuba que ella no quiere recordar. Ella, por haber pasado por un trauma en la isla, no tiene la necesidad de recordar Cuba ni puede entender por qué Jeanette tiene una obsesión con conocer su pasado. Carmen le oculta a Jeanette la verdad de por qué se fue de Cuba y de por qué no habla con su propia madre. Jeanette, por su parte, también le miente: le dice que no está usando drogas ni que está con el hombre que se las facilita. Jeanette, siguiendo el ejemplo de su madre de permanecer en silencio y mentir, se encuentra haciendo lo mismo, siempre escondiéndole la 58 verdad de su uso de las drogas. Creando una genealogía de mentiras que ponen en peligro el bienestar de su relación y la vida de Jeanette, quien recurre a las drogas para lidiar con el peso del silencio. Jeanette no solo está lidiando con el trauma del silencio del pasado de su madre, sino también con un trauma de un abuso sexual por parte de su padre, el cual su madre también quiere silenciar. Lijtmaer explica que “For children of survivors, these ‘‘wounds without memory’’ and without words to express the trauma, may find compelling expression and shape their lives with a sense of void, terror, and loss that defies all comfort” (276). Frente a la pérdida de la narrativa familiar y el silencio alrededor del abuso sexual, Jeanette encuentra refugio en las drogas y vive en el ciclo vicioso de relaciones abusivas. El uso de las drogas de Jeanette empieza en el 2006, durante su adolescencia, como joven adulta que vive fuera de su casa, pero mantenida gracias a la ayuda financiera de sus padres. En el capítulo dedicado a esta etapa, aprendemos que Jeanette está en una relación con un hombre, Mario, a quien conoce en una de sus estancias en un centro de rehabilitación. Jeanette usa las drogas con Mario para sentirse amada y lidiar con sus propias mentiras. Jeanette esconde quién es ella enfrente de Mario: “He has no idea the time and energy I spend trying to hide all this from him,” all lof this es la falta de identidad y el sentimiento de sentirse perdida en este mundo (173). Ese sentimiento de mujer ambulante la lleva a perderse en las drogas y en su estado de éctasis encuentra una memoria. A memory: Hurricane Andrew, 1992. We crouched into the only room with no windows, the hallway guest bathroom. I don’t think I’d ever been confined in a space so small with my parents. This was before my father’s drinking had gotten as bad as it did, before my mother had lost layers of herself until she was emotionally weightless, onionskin. (184) Las drogas la ayudan a recordar aquellos momentos cuando estaba feliz. Ella se acuerda del huracán, una tragedia que llevó al acercamiento de sus padres, quienes la protegieron. 59 At one point the wind picked up outside and we heard the loud snap of a branch and my parents both hugged me, together. Heroin would take me there. Heroin would be the only time traveler I’d meet in this life. So safe in that warm bubble, that eye of the storm. Everything raging outside, and me, warm and embraced. What does it say about a person when she doesn’t want one of the deadliest hurricanes in Florida history to end? (185) La heroína funciona como una manera de sentirse nuevamente protegida, es un medio para olvidar lo malo y recordar lo positivo: el abrazo de su familia. Pero, su lindo recuerdo acontece en medio de un huracán; el amor se conecta con la muerte, con la sensación del peligro y ella encuentra consuelo en momentos turbulentos; le falta paz y tranquilidad en su vida. En otro episodio acaecido en el año 2002, cuando Jeanette tenía apenas quince años, vemos su involucramiento en la vida nocturna de Miami, donde las drogas, el alcohol y el sexo estaban disponibles a niñas como ella. Aprendemos de un abuso sexual que vive Jeanette tras una noche de borracheras con hombres extraños. Catorce años después, en el 2016 durante la cena de acción de gracias, se revela que esa no fue la única vez que Jeanette fue abusada. En un confrontamiento con su madre, Jeanette la acusa de no poder hablar del abuso que ella sufrió a manos de su propio padre. Carmen relata cómo vino a saber la verdad de su esposo. En el funeral de Julio, Jeanette entra borracha, confesando que fue abusada sexualmente por su padre, y Carmen en luto no la cree, pero sabe que puede ser cierto, sabiendo que su esposo tenía un problema con el abuso del alcohol y recordando cómo él la abusaba de ella también. Las dos mujeres fueron forzadas a quedarse silenciadas para proteger la imagen del padre y esposo. Aunque Jeanette habla del tema, Carmen no, porque: “that was her family, unwilling to name the truth as it danced like dander in the periphery” (95). El silencio de Carmen tiene una larga historia; no comienza con el abuso de su esposo o el problema que tiene Jeanette con las drogas. El capítulo narrado por Dolores, la madre de Carmen en Camagüey en 1959 relata la razón del silencio de Carmen y su trauma. Dolores vive 60 con sus dos hijas y su esposo en el campo, en una época en que su esposo Daniel está involucrado con Fidel Castro y sus fuerzas revolucionarias. Vemos cómo él la maltrata y abusa violentamente. Una noche después de que Daniel regresara borracho de una batalla en la Sierra Maestra, golpeó a su esposa fuerte y violentamente, más que antes. Esa noche Dolores decidió que sería la última vez. Mientras la revolución se aceraba más a la victoria, Daniel se ponía más contento, pensando que por fin saldrían de la pobreza en la que se encontraban. Esa noche para celebrar la victoria, Dolores le sirvió alcohol hasta el punto de que Daniel pierde el sentido. Dolores hace lo que por fin la liberará. Agarró un machete y le mató a machetazos hasta que no quedaba más que un cuerpo sangriento en el sillón de la sala. La memoria del evento borroso por la ira, la adrenalina y la desesperación no deja claro lo que aconteció. Funny how the mind protects us. Dolores can remember nothing of what happened after that and has only imagined scenarios. She must have tiptoed back into the house. She must have shut the door behind her. How did she creep up to Daniel as he snored? Was she behind the sofa or before him? She must have stabbed him dozens of times, there was so much blood. So much blood could only have come from slash after slash into Daniel’s chest and stomach, slash after slash after slash. (166) Su mente, en un estado de shock, la protege y no la permite recordar los detalles. Pero mientras Dolores intenta esconder lo que pasó y quema el cuerpo de su esposo, hay un testigo que ha visto todo, Carmen. Nosotros como lectores sabemos que Carmen lo vio todo, pero Dolores nunca lo supo. Este episodio retrospectivo muestra cómo el silencio configura la relación entre madre a hija: How was she to know that Carmen had stood at the back door that night? That she’d seen her father’s face slowly consumed by licking flames and tiptoed back into the house? In fifteen years, Carmen would board a plane to Miami, and Dolores would never see her again. She would think it was politics that had divided her from her firstborn daughter. (168) 61 Carmen tampoco tuvo el valor de decírselo a su madre. Dolores, con un secreto que pensaba que era solamente de ella, se lo trasladó a Carmen. La niña crece con el trauma de haber visto a su madre terminar con la vida de su padre, sin entender la razón, ya que ella quería a su padre, quien nunca abusó de ella y su hermana. Aquí también aprendemos la verdadera razón por la cual Carmen se fue de Cuba, no por razones políticas, como piensan todos, tanto en Miami como en Cuba, y como también cree su propia hija. Carmen se lleva este secreto con ella. Carmen es un personaje cuyo primer instinto es silenciar y esconder. Lijtmaer propone que “an individual, who has been traumatized deliberately by ‘‘others”, has the tendency to ‘‘remain in the basement’’; the sense of shame, humiliation, guilt and helplessness may become internalized, complicating survivors’ individual fates (275). La internalización de su dolor y trauma se manifiesta de maneras diferentes a lo largo de la novela. Vemos cómo esconde la verdadera razón de su emigración, cómo esconde el abuso de su esposo hacia Jeanette y cómo esconde la adicción de su hija. Carmen lleva el silencio a magnitudes extremas. Otro episodio que guarda en secreto es su denuncia de la migrante salvadoreña que veremos en la próxima sección. Su silencio extremo se ve en el episodio del día de acción de gracias. Carmen está en casa preparando para la fiesta cuando oye sonidos extraños que salen de la casa de su vecina. Por fin se acerca y nota que no hay nadie en casa. Carmen, viendo que el patio estaba abierto, entra y llega a la puerta trasera y la abre, “desperate to think every other home held violence lurking” entra buscando la causa del sonido extraño que lleva oyendo desde hace meses, queriendo saber si estaba todo en su cabeza. Cuando entra, se encuentra cara a cara con una jaula inmensa y adentro una pantera, asombrada con el tamaño del animal, en un trance pensando que el felino la podría matar en ese momento. Pero sus pensamientos son interrumpidos por luces que iluminan 62 la casa; por fin llegó su vecina. Carmen regresa a su casa y contempla si debiera reportar al animal, pero decidió quedarse con el secreto. Un secreto que cinco años después, “the panther would escape its cage and maul its owner, the woman who spoke too much, ¡leading to five skin grafts and a face Carmen would never look at again and a newspaper article in which neighbors expressed shock—they’d had no idea!” (110). El haber guardado el secreto no es la causa de que la pantera atacara a su vecina, pero si ella hubiera dicho lo que vio hace cinco años podría haber salvado la mujer de esta tragedia. Su silencio impide la salvación de su vecina y la de su propia hija. Los secretos de Carmen crearon una distancia tremenda entre ella y Jeanette, una distancia que llevó a Jeanette a cuestionar su identidad y su narrativa familiar. Esa crisis de identidad llevó a Jeanette a la muerte, muriendo sin respuestas, dejando a Carmen con las consecuencias de otro secreto más. Jeanette antes de su muerte intentó buscar esas respuestas por su cuenta y viaja a Cuba por primera vez en su vida. Nostalgia genealógica: un regreso sin respuestas Jeanette crece en Miami, rodeada de cubanos, que comparten el privilegio de ser los primeros en llegar de Cuba en la primera ola de exiliados. Su padre es doctor y su madre nunca tuvo que trabajar, saliendo cuando quería con amigas del mismo estatus social. Pero ahí es donde termina la cultura cubana en la vida de Jeanette. Primero, ella no sabe la razón por la que su madre se fue de Cuba y tampoco por qué no habla con su abuela, creando un vacío en identidad. En un episodio del 2006, mientras Jeanette pasa por un de sus episodios de consumo de drogas, un día se encuentra con su madre. En este momento no hablan abiertamente del tema, sino que llena el vacío con conversaciones frívolas, hasta que Jeanette decide sacar el tema de Cuba. “It is easier to go further back, to deflect past with past. I ask about Cuba again” (181). En ese 63 momento, Carmen le dice solo una parte de la verdad, y es lo máximo que su madre le ha dicho sobre su vida en Cuba. Carmen le dice que ella no llegó con dinero como el resto de los cubanos que llegaron al mismo tiempo que ella y ahí paró el cuento. Jeanette, queriendo saber más, le dice a su madre que quiere ir a Cuba, un deseo que Carmen atribuyó al uso de drogas. Saltamos al 2015 y por fin Jeanette va a Cuba. En seguida el lector percibe una desconexión entre lo que Cuba era para Jeanette y la realidad. Ella va a Cuba para aprender más de su historia familiar y sobre la salida de su madre, pero a la vez que desea conectar con sus raíces, también busca una distracción de las drogas que infestan su vida en los Estados Unidos. Cuando Jeanette se da cuenta de que Cuba en realidad no es un paraíso antirracista ni un lugar lleno de gente antipática, los dos extremos de los estereotipos que tienen los americanos sobre Cuba, le empieza a faltar dirección y termina con más preguntas: And me? What am I doing here? I thought Cuba could be some kind of connective tissue, maybe even show me my mother. Make a piece of her make sense. I remember pressing her about why she left…Or perhaps I just needed somewhere to run to in this moment and only Cuba felt faintly familiar. There is no Meaning here. Only questions. (140) “Meaning” o significado, es lo que está buscando Jeanette a través de su viaje a Cuba y a través de las drogas. Jeanette está siempre buscando el propósito o el significado de la vida, de los secretos de su familia y la razón por la que ha pasado por tanto dolor y violencia. La desconexión que siente Jeanette, nos la explica Delisle con el término de nostalgia genealógica: [W]here inherited memories of the ‘homeland’ meet existing places in the present, thereby exposing the gaps between place and narrative. These journeys, I argue, highlight the particularity of second-generation experience as a generation making connections between multiple forms of memory and multiple sites of belonging. (132) La diferencia en la vida de Jeanette es que no ha recibido una narrativa completa, dejándola a cargo de encontrar esa conexiones y verdades ella misma. Sin la contribución de su madre y de su abuela, ella no encuentra la verdad. Lo que queda es la nostalgia genealógica. 64 Jeanette se da cuenta de que Cuba no le iba a traer las respuestas que ella busca y eso la deprime. Ella encuentra una conexión con su prima Maydelis, “We grew up on opposite shores but equally drenched in the political, in living everything through the context of a country miles away. I understand her fatigue. I, too, am tired” (142, 143). Por medio de esta relación, Jeanette se da cuenta de que, en ambos lados, cubano o cubanoamericano, hay un hueco excavado por la política polarizadora y un anhelo de tener lo que a cada una le falta: la libertad que ofrece los Estados Unidos o el sentido de hogar que ofrece Cuba. La distinta perspectiva de Maydelis, quien crece y vive en Cuba, y la de Jeanette, que está de visita y casi de turista, marca el abismo que separa al cubano en Cuba y al que es criado fuera del país y que luego regresa. Maydelis vende souvenirs a los extranjeros. Ella sabe diferenciar entre quién es cubano, cubanoamericano o extranjero basado en la manera de andar y de vestir. Ella sabe cómo satisfacer a los cubanoamericanos que regresan a Cuba buscando lo que dejaron atrás, o lo que piensan que dejaron atrás. “I sell them nostalgia, postcards of an old La Habana that existed only in their dreams. I sell them misery in the hopes they give me an extra dollar or two” (120). La nostalgia y el anhelo que siente el cubanoamericano es tan fuerte que el eco se escucha en Cuba. Los cubanos en la isla conocen la curiosidad y la añoranza que tiene el cubanoamericano de conectar con la isla que los vio nacer y partir a una temprana edad. A través del punto de vista de Maydelis aprendemos la realidad del cubano que vive con raciones, con bajos recursos y a merced de los turistas extranjeros que les dan dinero, o dependiendo de familiares que viven en el extranjero y les mandan dinero y objetos de aseo o ropa. En Camagüey, Jeanette también conoce a su abuela, Dolores, una mujer de campo que vive una vida simple. Pero, Jeanette no se atreve a preguntarle a su abuela por qué su madre se fue de Cuba. A Jeanette le han dicho que su madre se fue por ideas políticas opuestas al régimen 65 de Castro, que su abuela era fiel al régimen socialista y que Carmen lo detestaba. La verdad es que Dolores no sabe la verdadera razón por qué Carmen no le habla, ya que nunca supo que Carmen fue testigo del crimen. En casa de su abuela, Jeanette encuentra en un estante de libros la primera edición de Les Miserables de su tatarabuela, María Isabel. Maydelis le cuenta que Dolores había encontrado el libro y otros artefactos dentro de las paredes cuando estaba ampliando el plano de la casa. Este esconder las pertinencias valiosas de las familias en las paredes es un gesto que reaparece a través de diferentes momentos en la historia, particularmente durante las varias guerras en Cuba. No se dice quién fue el que escondió el libro en las paredes, se infiere sin embargo que fue María Isabel durante la guerra de independencia cubana, para proteger unos de los pocos recuerdos de su esposo. Jeanette conecta esta tradición con los años 1950 y 1960, donde las familias con dinero huyeron a los Estados Unidos con el presentimiento de que iban a regresar, escondiendo sus pertenencias valiosas en las paredes y en los cimientos de sus mansiones. El libro es antiguo, Jeanette sabe lo valioso que es una primera edición como esta, y diseña un plan para robarlo. Asume que su abuela no sabe que el libro es valioso, pero cuando Dolores ve que el libro ha desaparecido, se enoja y culpa a un vecino de ascendencia africana, Yosmany, de habérselo robado y habla mal de él. De la boca de su abuela, Jeanette se da cuenta de que el racismo en Cuba existe. Con sentido de culpa, Jeanette regresa el libro. Por fin lo ojea y en la primera página leer la inscripción “We are force,” escrita por María Isabel: ella creía en el poder de la voz de la mujer, al contrario que Jeanette, quien no siente esta fuerza. Al no identificarse con las palabras de la tatarabuela, Jeanette concluye que “Cuba belongs to me even less than I ever belived” (150). Jeanette abandona Cuba con más preguntas, más dudas y confundida porque no entiende la vida en la isla. Aun así, gana algo de empatía hacia su madre. 66 Cuba no le dio las respuestas que buscaba; a los cuatro años de su viaje, Jeanette muere. De su muerte hay pocas explicaciones, aparte del hecho evidente de que fueron las drogas. La soledad tras el regreso, la falta de respuesta y esperanza de encontrarlas agudiza el sentido de pérdida de identidad y de pertenencia. Juani, en Memory Mambo escucha historias, aunque ella duda de su veracidad. En contraste, Jeanette se enfrenta al silencio de su madre y de su abuela; al no tener una tradición, al no saber sus historias, ella no encuentra su voz. Mientras que en Memory Mambo las memorias heredadas, aun dañinas y llenas de mentiras, sustentan la identidad y ayudan a crear significados; en Of Women and Salt el vacío de historias lleva a la negación de la existencia de Jeanette. Exilio cubano vs. migración latina Otro hilo narrativo en la novela es la historia de la mujer salvadoreña Gloria y su hija Ana. La historia de Gloria, quien es vecina de Jeannette, por su parte, sirve para contrastar las diversas experiencias de la población latina. La segunda generación cubanoamericana se enfoca más en este contrapunto, mostrando una conciencia relacional entre los asuntos cubanos, americanos y latinos en general. Con esta subtrama se desafía lo que significa ser madre inmigrante y latina. Jeanette es testigo de la detención de su vecina Gloria, por las fuerzas de inmigración: Immigration and Customs Enforcement (ICE). En los capítulos que siguen, Gloria, en un centro de detención de ICE, describe las condiciones en el centro, la falta de comida, la falta de privacidad y la realidad que algunas de las mujeres, como ella, han perdido contacto con sus hijos y familiares por la rapidez en que ICE las detienen, sin la opción de dejar un mensaje. Gloria habla de la razón de por qué emigra a los Estados Unidos. Ella está huyendo de los asesinos de su hermano que la amenazaron a matarla a ella y a su hija también. 67 En esta parte, la autora aprovecha y da su punto de vista sobre la violencia en países como El Salvador: A government whose response was to militarize the streets. Of course, with US help. Of course, they don't talk about this on the news. I'm afraid of the conditions that create violence. I'm afraid of the police. I'm afraid of the army. I'm afraid of how I survive in a country where the official currency is the US dollar… (62) Hay un reconocimiento del ciclo que lleva a tantos a abandonar sus familias e irse a los Estados Unidos, el mismo país que tiene una presencia política y militar fuerte en sus países de orígenes. Están huyendo hacia el monstruo culpable de la destrucción y violencia en sus países. Irónicamente, el Norte representa la seguridad y la oportunidad de crear una nueva vida con sus familias, aunque al mismo tiempo los rechaza. La historia de Gloria y Ana se entrelaza con la de Carmen y Jeanette, para yuxtaponer la realidad de la inmigración de otros países latinos y la cubana y enfatizar las diferencias entre la primera y segunda generación de cubanoamericanos respecto a su latinidad. Tras la detención de Gloria, Jeanette acoge a la hija Ana, una niña de siete años; así comienza la relación entre las dos familias. Jeanette, no conoce a Gloria ni sabe su historia, pero le da el beneficio de la duda: piensa la necesidad ha llevado a Gloria a entrar en Estados Unidos sin papeles. Jeanette tiene razón. Sin saber qué hacer con Ana y sin tener mínima idea de dónde está Gloria, llama a su madre Carmen. A través del intercambio entre madre e hija vemos el contraste de mentalidad generacional y cómo los inmigrantes cubanos se sienten diferentes a los de otros países latinos. Este episodio muestra cómo en Miami, históricamente los cubanoamericanos se han identificado con el partido republicano. The massive exodus beginning in 1959 provided a shared, foundational experience from which Cuban immigrants could assess politics in the United States. Forged further in an 68 enclave of like-minded exiles, the impact of this experience may have been to spawn two or more generations of Republican partisans. (Girard et al. 45) La experiencia de ser exiliado lleva a la comunidad cubanoamericana a finales del siglo XX, especialmente en el sur de la Florida, a tener una preocupación con la política del exterior, unos de los puntos principales del partido republicano en los Estados Unidos. “Resonating Cuban-American sentiments, the Republican Party has promoted itself as having a stronger foreign policy in opposition to communist regimes than the Democratic Party” (Girard et al. 43). Esto crea una falta de preocupación con políticas domésticas que tiene que ver con los inmigrantes de otros países latinos, ya que lo que se desea enfatizar son los propios intereses de los cubanoamericanos. Jeanette critica a su madre por mostrar indiferencia hacia el destino de su vecina salvadoreña. Su madre vive entre la elite cubana de Miami, por ser parte de la primera ola de exiliados de Cuba; Jeanette asume que su madre comparte la ideología de este grupo. Asume porque su madre no habla con ella sobre estos asuntos. Carmen, al recibir la llamada de Jeanette que tiene a Ana en su casa, corre a decirle que llame a la policía. Jeanette no está de acuerdo con la falta de empatía de su madre, “Do you ever think about how Cubans get all this special treatment, like literally you step on US ground and you have legal status” (36). Jeanette sin tener otra opción a causa de sus propios conflictos con la ley ya que está bajo libertad condicional por consumo de drogas, llama a la policía para que recoja a Ana. Se la llevan y esta será la última vez que ve a la niña. Gloria y Ana, madre e hija, se reúnen finalmente en un centro de detención y las dos son deportadas a México, no a El Salvador, su país de origen. “They boarded us onto a bus with bars on the windows and dropped us off in Mexico. We were Salvadoran by nationality, but Mexico was just a few hours away, and that's where we'd come from, so there they left us. Said, Find your way home” (87). Este episodio interroga la diferencia entre la inmigración 69 cubana y la inmigración de otros países latinoamericanos, uno de los puntos principales que desarrolla la segunda generación de escritores cubanoamericanos, pero este cuestionamiento queda sin resolver. La vida en Miami se describe desde la perspectiva de la familia de Jeanette hija de cubanos de estatus socioeconómico elevado. Jeanette participa en la cultura de fiestas y drogas de los años 2000, del lujo de ir de compras en los centros comerciales y tener panteras como mascota.1 Esta narrativa, sin embargo, también muestra la realidad de otros inmigrantes como Gloria y Ana, que solo conocen los “strip malls,” las tiendas pequeñas llenas de rebajas. La experiencia de estos personajes secundarios refleja la de la autora, Gabriela García, quien en una entrevista con “The Rumpus” describe a Miami desde la perspectiva de ser cubana a la vez que mexicana. Miami exemplifies how Latinx is not a monolithic or cohesive identity because it’s the only large city where people categorized as Latinx make up the majority of the population. Yet it’s a city with deep divisions marked by race and class and ethnicity. Growing up in Miami, as the daughter of Cuban and Mexican immigrants, I was very aware, for example, of the very different realities that existed for Cuban immigrants and Mexican immigrants. (Mania 2021) García subraya en la entrevista y en su novela que no hay una sola experiencia de ser inmigrante, especialmente en Miami, donde la mayoría de la población se identifica como latina. Por ejemplo, Miami también es hogar a más de 500,000 personas con orígenes haitianos y colombianos (DataUSA). Miami se ha convertido en mucho más que un enclave de la cultura cubana ya que aloja miles de personas con orígenes de diferentes culturas y países. 1 Miami, desde la primera ola de exiliados cubanos, se ha convertido en un enclave de la cultura cubana. Miami, actualmente, es hogar a más de un millón de cubanos y cubanoamericanos (DataUSA). Gustavo Pérez Firmat en su libro Life on the Hypehn: The Cuban-American Way describe a Miami, en especial la pequeña Habana, como “[an] effort to recreate yesterday's Cuba in today's America” (7). La pequeña Habana ha sido para los cubanoamericanos un segundo hogar donde la cultura cubana domina. 70 La novela sigue la historia de Gloria y Ana después de ser deportadas a México, un país que tampoco les pertenece, destacando el exilio que ellas han pasado en no poder regresar a El Salvador. La meta ahora no es regresar a El Salvador, pero regresar a los Estados Unidos, el lugar que Ana recuerda como su hogar. Entre este dúo de madre e hija también hay secretos y silencios que crea una grieta en su relación. Gloria le oculta la verdad a Ana cuando están en México, prometiéndole que van a regresar a Miami, una realidad que nunca llega para Gloria, que muere de cáncer en México. Las mujeres en la novela están conectadas por secretos y el sentimiento de traición cuando sale la verdad. Ana regresa a los Estados Unidos, el último capítulo de la novela dedicado a su trayectoria. Este capítulo destaca la diferencia del proceso de inmigración para las personas de Centroamérica. Aunque en esta novela no encontramos una narración de la inmigración cubana, en detalle sabemos cómo fue el proceso de los cubanos en llegar en las diferentes olas de exilio. Estas olas marcadas por travesías por el mar se pueden comparar a los viajes de los centroamericanos que cruzan la frontera. Pero, la gran diferencia en este momento es el recibimiento al llegar a los Estados Unidos. El presidente Bill Clinton en mayo de 1995 anunció la póliza de “Wet Foot, Dry Foot” que permitió que aquellos cubanos que tocaran terrenos estadounidenses quedarse en los EE. UU. como refugiados, póliza que no se extiende hacia los refugiados de otras partes de Latinoamérica (Chomsky 135,136). En este capítulo Ana describe la trayectoria de cruzar el río, donde al cruzarlo llega a Texas y logra montarse en un tren con rumba hacia Miami, lugar que Ana espera que se sienta familiar. Ana was so young when she had first traveled to the United States. She could no longer make out the real memories from those instilled by her mother’s stories. Could no longer tell what had actually shaped her from what she’d been told had shaped her, should’ve shaped her. Somebody else’s story. She could close her eyes and see the trunk of the car, 71 musty and hot, pinpricks for light and air over a piece of cardboard that covered her. (193) En la novela, las dos hijas luchan con el sentimiento de no saber dónde pertenecen. Las dos marcadas por cómo sus madres hablaban o no de su pasado. La identidad de Ana y la relación con la memoria está más cerca a la experiencia de aquellos que pertenecen a la generación una y media, recibiendo posmemorias que incorpora en su vida como si fueran sus memorias propias. Al regresar a Miami, Ana llega al lugar el cual se acuerda más: la casa de Jeanette, aquella vecina que la recibió esa noche donde su vida cambió por completo. Ana tocó la puerta del apartamento y al otro lado no se encontró con Jeanette, sino con Carmen, quien después de unos segundos reconoce a la niña como Ana, la hija de la vecina que hace años Jeanette intentó ayudar tras la deportación de su madre. En este capítulo recibimos el punto de vista de Ana, no pudiendo conocer lo que Carmen sentía en ese momento tras confrontarse con la niña, quien la forzó a reflexionar sobre sus actitudes xenofóbicas. La actitud de Carmen se demuestra a través de la ayuda que le ofrece a Ana, permitiéndola que se quede con ella en casa, ya que Jeanette ya no estaría. Carmen le revela a Ana que Jeanette se ha muerto vía una sobredosis. La poca memoria de Ana de haber estado en Miami estaba atada a Jeanette, la que después de tantos años todavía pensaba en ella, recordándose de lo amable que fue. Pero también acordándose del papel que tuvo Carmen esa noche de la deportación. Carmen ofrece lo que hace seis no le ofreció, la invitó a quedarse con ella. Ana acepta, pero Carmen todavía mantiene una distancia entre ellas. Ana didn’t actually see her that often, though Carmen did check in on her from time to time. Ana didn’t know how to feel about her, this woman who never knew her life. Who’d endangered it. She chalked up Carmen’s absence to memory, Ana embodying something Carmen wanted to forget perhaps. (203) En estos últimos momentos de la novela vemos como Carmen sigue permaneciendo en silencio. 72 Años después, para el cumpleaños de quince años de Ana, Carmen le regala un obsequio: la primera edición de Les Miserable en español, aquella que se encontraba en Cuba en el estante de Dolores y la que empezó el legado de las mujeres en esta familia, María Isabel. El libro fue usado como símbolo de la resistencia de las mujeres en la familia y, ya que Jeanette falleció, la nueva integrante de la familia, Ana, la tendrá. El libro para María Isabel representa su libertad y habilidad de usar su voz y tener una educación, escribiendo en la margen “fuerza” que son las últimas palabras de su esposo Antonio. El libro para Dolores es un símbolo de la resistencia de su tátara abuela, quien, aunque muere su esposo, todavía sigue adelante creando generaciones de mujeres que tendrán el valor o no de usar su voz. El libro para Jeanette cuando lo vio por primera vez simboliza el dinero que podrá ganar tras vender el libro poco común. Pero cuando Ana abre el libro, ve una inscripción “We are force” frase que Jeanette lee en la casa de su abuela en Cuba cuando llega a la revelación de que ellas están en una situación forzada. “I look at my grandmother and think, I am forced to love you. But then, You are forced to love me too” (151). La frase recoge un significado pesimista, reflejando el sentimiento de pérdida y de falta de conexión con el que regresó Jeanette de Cuba. Ana, al recibir el libro, con un sentimiento de por fin tener paz, tranquilidad y pertenencia en un lugar, añade “We are more tan we think we are” representando todo lo que tuvo que conquistar, egresando al punto original de María Isabel, que las mujeres son fuertes y capaces. El hilo de Les Miserable funciona como el objeto que ata las generaciones de esta familia cubana y trae también alguien de afuera, una niña salvadoreña sin familia, representado uno de los mensajes que encontramos en la nueva literatura de la segunda generación de escritores cubanoamericanos, el abrir el círculo de pertenencia. Este acto de la segunda generación es una herramienta para desviarse de la literatura de la primera generación que es más céntrica del exilio y en lo que uno dejó atrás La literatura de 73 esta segunda generación mira hacia adelante, y tiene la consciencia de saber que el cubanoamericano es americano en la misma manera que un salvadoreño americano o un dominicano americano también lo es, abriendo el espacio para crear una literatura más diversa. Conclusión Of Women and Salt es una novela que nos demuestra una realidad del personaje en diáspora que no encuentra su propósito ni su significado al regresar a su hogar de origen. Esta novela tiene un final complicado, con la muerte de Jeanette y con una integración de un personaje fuera de la cultura cubana, tomando el reto de seguir el hilo narrativo de la familia. En este capítulo propuse que el silencio es más dañino que las memorias falsas y que la falta de comunicación puede dejar a la segunda generación cubanoamericana aislada. Esto lo vimos claramente en la vida de Jeanette, quien su madre cargaba un silencio que no permitió a Jeanette conocer quién es ella. La ausencia de memorias heredadas crea un vacío en ella que logra llenar con adicciones. Este silencio es el que llevó a Jeanette a su muerte. A través del capítulo también exploré la relación compleja entre Jeanette, su madre y su abuela, analizando sus perspectivas y sus realidades que las llevaron a reaccionar en maneras que terminan aislándolas, no tomando en cuenta las verdades de cada una. Analicé el viaje de Jeanette a Cuba y cómo su nostalgia genealógica se realizó, pero sin respuesta alguna de quién fue su madre en Cuba. También exploré la relación entrelazada de la familia salvadoreña en la novela y comparé la experiencia del migrante cubano y la de otros latinos, tema que marca una diferencia entre la literatura de la primera y segunda generación cubanoamericana. Of Women and Salt es una novela que comenta sobre la vida en Miami desde la perspectiva de una cubanoamericana, los privilegios del cubano en los Estados Unidos y la importancia de la 74 comunicación intergeneracional en la construcción de identidad del individuo que vive en la diáspora. 75 CAPÍTULO IV: CONCLUSIÓN La historia de Cuba es compleja, marcada por el colonialismo, el neocolonialismo y la revolución socialista de Fidel Castro. A esta complejidad se añade la presencia y relación tensa con los EE. UU. y su larga historia en la isla y sus atentos de controlarla. La situación en Cuba siempre está cambiando, la cultura siempre adaptándose a lo nuevo. Ahora, con los nuevos cambios en el acceso del internet, Cuba ha tenido una visibilidad en el mundo, donde cada uno puede juzgar por sí mismo la situación en Cuba con menos influencia de los gobiernos de ambos lados del estrecho de la Florida. Mi experiencia personal es la de los cubanos que llegan a EE. UU. con el comienzo del nuevo milenio. Mi familia y yo vinimos a los EE. UU. en el 2004 tras recibir la lotería, una visa que nos dio residencia en este país. Teniendo ya amistades en los EE. UU., fuimos directamente a Carolina del Norte, donde crecí rodeada de dos cubanos de mi edad, mis hermanos y de las amistades que vinieron en las olas más tempranas de inmigración cubana. El odio por Castro y la revolución siempre estaban presentes. Mis padres no conocieron la Cuba prerrevolucionaria y vivieron las adversidades de la vida de pobres obreros en La Habana. Pero ellos, aunque crecieron con muy poco, hablan de la educación, de la medicina, del ambiente cubano y su gente feliz, pasándome sus posmemorias que quizás también son fabricadas por las emociones fuertes que acompañan el irse de la isla. Este año cumple dos décadas desde que nos fuimos y durante el proceso de esta escritura mis padres por fin regresaron a Cuba por primera vez, teniendo que confrontar veinte años de diferencias. En cambio, yo necesitaré más tiempo para reconciliarme con el hecho de que no tengo la experiencia de ser cubana y que la nostalgia genealógica que siento personalmente puede terminar también en un evento decepcionante donde me podré encontrar con una realidad sumamente diferente de la que he basado mi identidad cultural. Esta 76 identidad incierta es la que he analizado en las obras de la primera y segunda generación cubanoamericana. En Memory Mambo de Achy Obejas exploro cómo la posmemoria, es decir, el falseamiento de experiencias del pasado, el sexismo, machismo y violencia, trunca la identidad de la protagonista. Argumento la importancia de la posmemoria en la construcción de la identidad del individuo, que le da un sentido de pertenencia en la familia y en la identidad cubana. En la vida de Juani las posmemorias colectivas de la familia le dio un espacio a Juani donde ella podía conectarse con ellos, que, aunque su orientación sexual la aislaba, su parte en la narrativa familiar la mantenía parte del grupo. Encuentro que la posmemoria y las narrativas falsas son importante para la construcción de la identidad de Juani porque le daba el poder a ella de descifrar con cuáles memorias heredadas ella quería incorporar como propias y cuales rechazar por la razón que no se alineaban con sus convicciones personales. Demuestro el daño que se podía encontrar en las posmemorias cuando llevan con ellas sentimientos intolerantes que dañaron directamente a Juani y que ella tuvo que rechazar. Estas actitudes racistas, homofóbicas y sexistas de la memoria colectiva de su familia fueron las que tuvo que negociar a través de la novela. En este análisis me enfoco en el personaje de Juani y su monologo interno mientras luchaba con descifrar verdad de mentira en sus memorias como en las memorias de su familia. También exploro las relaciones que más afectaron el sentido de ser de Juani. La relación con sus padres y las memorias que ella heredo de ellos siendo el mayor factor que la lleva a desconfiar de la narrativa familiar y después de desconfiar en ella misma, perdiendo el sentido de la verdad. También exploro la relación entre Juani y el antagonista de la novela Jimmy y la relación con su expareja Gina, los dos representando una lucha interna de Juani. En la lucha interna de Juani se 77 encuentran las diferentes capas de su identidad. En la exploración de las diferentes capas vemos que ella no pudo ser ella completamente, solo mostrando partes de su ser completo, negociando no solo con que memorias adoptar como propias sino negociar también con quien compartirlas. Termino mi análisis demostrando como estas posmemorias poco confiables llevan a Juani a querer investigar la verdad por su propia cuenta, llevándola a una nostalgia genealógica. Aunque no se realiza en la novela sabemos que Juani tiene ganas de regresar a Cuba y conocer por ella misma las memorias que les fueron heredadas. Juani siendo un personaje que encaja en la generación una y media siempre está saltando entre su identidad cubana y americana, usando la posmemoria y la nostalgia genealógica para encontrar en qué lugar encaja, tema que se manifiesta en maneras diferentes en la segunda generación que explore en el siguiente capítulo. Por otro lado, en Of Women and Salt de Gabriela García vemos cómo la ausencia de memorias heredables, la transmisión del vacío a la próxima generación contribuye a formar una identidad autodestructiva. En esta novela se encuentra la realidad de un personaje de la segunda generación de cubanoamericanos que no encontró su propósito ni su significado al regresar a su hogar de origen mayormente por la falta de posmemoria. Jeanette, nuestra protagonista, no recibió una narrativa heredada de sus padres, a diferencia de la protagonista Juani de Memory Mambo. Con la falta de memoria vino el silencio, una fuerza aún más poderosa y dañina que deja a la segunda generación aislada de sus orígenes. Esto lo vimos claramente en la vida de Jeanette, quien su madre cargaba un silencio que no permitió a Jeanette conocer quién es ella. La ausencia de memorias heredadas crea un vacío en ella que logra llenar con adicciones. Este silencio es el que llevó a Jeanette a su muerte. En este capítulo también analizo el viaje de Jeanette a Cuba y cómo su nostalgia genealógica se realizó, pero sin respuesta alguna de quién fue su madre en Cuba por el silencio 78 de su abuela también, un silencio que se hereda y cree una genealogía que se alimenta de la imaginación por la falta de comunicación. También exploro la relación entrelazada de la familia salvadoreña en la novela y comparo la experiencia del migrante cubano y la de otros latinos, tema que marca una diferencia entre la literatura de la primera y segunda generación cubanoamericana. Of Women and Salt es una novela que comenta sobre la vida en Miami desde la perspectiva de una cubanoamericana, los privilegios del cubano en los Estados Unidos y la importancia de la comunicación intergeneracional en la construcción de identidad del individuo que vive en la diáspora. A través de esta tesis me enfoco en estas dos generaciones literarias y sociológicas que continúan existiendo y escribiendo. Un aspecto que no me dio tiempo en explorar en profundidad fue como la generación de marielitos e hijos de marielitos exploran estos mismos temas en su literatura. Una novela, El Mañana por Mirta Ojito es una autobiografía de esta generación que nos da una perspectiva personal de la isla durante esa época. Otro aspecto de este estudio que me interesaría investigar en el futuro seria la exploración de estos temas en la segunda ola o tercera ola de inmigrantes cubanos. La diáspora cubana en los Estados Unidos continúa creciendo en pleno siglo XXI donde hay nuevas tecnologías y medios de comunicación que facilitan la conexión entre la isla y los EE. UU. Me interesaría ver, por ejemplo, como mi generación, la una y media de la tercera ola o los que se pueden considerar “Gen Z,” lidiamos con los temas de la memoria y la nostalgia, como afecta nuestras identidades étnicas y como esto se demostrará en la literatura que hemos escrito o que se escribirá. Gracias a mis lecturas y reflexiones pude ponerle nombre a los sentimientos que llevaba cargando por veinte años sin darme cuenta. Hay escritores que han explorado la nostalgia, la memoria y la identidad en aquellos que viven en la diáspora y hay varios escritores que han 79 explorado estos efectos de inmigración y exilio, específicamente en la vida de los cubanoamericanos. La literatura es un espacio que permite profundizar los sentimientos que emergen en el exilio y en el retorno a Cuba; también permite mostrar experiencias asociadas a ser cubanoamericano a los que no los son; también es un espejo donde los cubanoamericanos se pueden ver reflejados. Estas novelas son ejemplos literarios que permiten explorar los efectos de la posmemoria, nostalgia y trauma intergeneracional entre los cubanoamericanos. Mi estudio contribuye a los estudios literarios y culturales que exploran la cultura cubana en diáspora y los traumas y memorias que pasan de generación en generación. Esta obra encaja en los estudios de memorias que es un campo de estudio que surge a finales del siglo XX. 80 BIBLIOGRAFÍA Aguiló-Mora, Francisca. “Memory Mambo de Achy Obejas: Un Paso Adelante Más Allá Del Guión.” Letras Femeninas, vol. 42, no. 1, 2016, pp. 159–78. JSTOR, https://www.jstor.org/stable/10.14321/letrfeme.42.1.0159. Batalova, Jeanne, and Jiaxin Wei. “Cuban Immigrants in the United States.” Migrationpolicy.Org, 21 Sept. 2023, www.migrationpolicy.org/article/cuban-immigrants-united-states. Chomsky, Aviva. A History of the Cuban Revolution. John Wiley & Sons, Incorporated, 2015. ProQuest Ebook Central, https://ebookcentral.proquest.com/lib/uncg/detail.action?docID=7104262. Christian, Karen S. “Weaving a Larger Web: Cuban American Writing in the Latin@ Narrative.” Latino Studies, vol. 15, no. 3, 2017, pp. 268–286., https://doi-org.libproxy.uncg.edu/10.1057/s41276-017-0080-0. 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